Ejecutaron a balazos a dos hombres que traficaban cigarrillos en la frontera
Creen que los mataron cuando quisieron cobrar una deuda. Fueron detenidos cuatro sospechosos.
Dos hombres de nacionalidad paraguaya que se dedicaban al tráfico de cigarrillos fueron ejecutados a balazos en la zona rural de Santo Tomé, Corrientes, aparentemente cuando pretendían cobrar una fuerte deuda. Por el doble crimen están presos el dueño del campo donde hallaron los cuerpos y tres brasileños.
Las víctimas habían ingresado al país por el puente internacional “San Roque González de Santa Cruz”, que une Posadas con Encarnación, el pasado 19 de diciembre. Ramón Espínola Cristaldo (47) y su acompañante - sería de apellido Benise-, viajaron hasta la ciudad de Santo Tomé, 180 kilómetros al sur de Posadas.
La investigación se disparó a partir de la denuncia de la esposa de Espínola Cristaldo, quien llegó a Corrientes ante la imposibilidad de contactarse telefónicamente con el hombre durante varios días.
Rosalba Gómez Montaña dijo que su pareja había viajado con la exclusiva misión de cobrar una abultada deuda a un cliente por la provisión de cigarrillos que se fabrican en Paraguay e ingresan ilegalmente al país.
La Policía de Corrientes no tardó en dar con un remisero que declaró haber transportado a dos hombres paraguayos hasta el paraje Atalaya, sobre la ruta provincial 94, a casi diez kilómetros de la ciudad.
Los agentes se dirigieron hasta el lugar donde los pasajeros bajaron y realizaron un rastrillaje que, en principio, permitió hallar una zapatilla de Espínola Cristaldo. A la investigación se sumó un perro entrenado para la búsqueda de personas, que no tardó en localizar el cuerpo en un arroyo.
La víctima, que presentaba un avanzado estado de descomposición, había sido ejecutada a balazos y arrojada al cauce. Al día siguiente y a un kilómetro del primer hallazgo, la Policía descubrió el segundo cadáver, también con impactos de bala.
Por el hecho fueron detenidos el propietario del campo y tres brasileños, uno de los cuales tenía el teléfono que pertenecía a Espínola Cristaldo.
Si bien la principal hipótesis es un ajuste de cuentas, los investigadores pidieron las filmaciones de las cámaras de seguridad de los bancos, ya que no descartan que los paraguayos hayan sido asesinados luego de cobrar la deuda. ■