Volvió Boca con un “tapado” que regresa del fútbol de Malasia
El Mellizo lo evaluará en la pretemporada. Guerra fue campeón y goleador. Y cuenta su increíble historia.
El primer día de la pretemporada de Boca contó con una particular sorpresa. ¿Buffarini y Wanchope? No. La presencia que llamó la atención fue la de Gabriel Guerra, futbolista que regresó al club tras un largo préstamo en el fútbol de Malasia y que ahora tendrá la chance de impresionar a Guillermo Barros Schelotto para cumplir su sueño de debutar en el primer equipo de Boca.
El jugador de 24 años no es ajeno al club. De hecho, pasó prácticamente toda su vida en sus instalaciones. Allí se formó desde las divisiones infantiles, hasta que el fútbol le planteó el desafío de emigrar a una liga lejana y exótica como la malaya. Dos años después de su partida, Guerra regresa para afrontar el desafío más importante de su carrera. “Esto representa mucho para mí. Estoy acá des- de que tengo ocho años, hice todas las inferiores. Más allá de haber entrenado con la Primera nunca compartí plantel, y esto para mí es la oportunidad de cumplir un sueño. Voy a aprovechar esta chance al máximo, después decidirá el técnico”, le cuenta a Clarín.
Más allá de que en el ámbito local es un desconocido, en Malasia no pasó desapercibido. Más bien, todo lo contrario: fue figura y campeón de la última Superliga de Malasia con el Johor Darul Takzim, uno de los clubes más importantes del país asiático. Hizo sus primeros en la segunda división con el PKNS y luego pasó a jugar en Johor. Entre esas dos etapas no sólo ganó un título, sino que también jugó la Champions League de Asia, participó en dos finales y tuvo destacadas actuaciones en otras copas locales. El promedio de gol es llamativo: 0,59 goles por partido como resultado de sus 63 tantos en 109 encuentros disputados.
Con esos números sobre la mesa, Guillermo decidió darle la oportunidad de mostrarse durante las próximas dos semanas, cuando el plantel se entrene en un predio de Cardales. “Tomé la noticia con sorpresa, porque la verdad es que no me lo esperaba. Creí que iba a tener que busarme club y ahora surgió esta posibilidad. Estoy muy sorprendido y también me pone muy contento”, agrega.
Como todo joven formado en Boca, Guerra creció entre las hazañas de Riquelme, de quien se confiesa admirador: “Siempre traté de mirarlo y de aprender de él. La pausa, la pegada, cómo busca el espacio, todo. Son cosas que trato de tomar para mi posición. Mi referente siempre fue él. Al que no le gusta Román...”. Claro, si bien no es un enganche clásico, Guerra se define a sí mismo como mediapunta, aunque en el último torneo jugó como extremo por izquierda. “Muchas veces jugué de 9, pero esa no es mi posición. Soy mediapunta, jugué de enganche. Soy derecho, pero me gusta jugar por la izquierda para enganchar y quedar de frente al arco”, se describe.
Es cierto, la trayectoria en unaliga tan periférica como la de Malasia puede despertar dudas Sin embargo, el atacante no se achica y defiende su pasado en el fútbol asiático: “Malasia se una liga competitiva. No se puede comparar con la nuestra, pero tampoco se puede subestimar. Allá hay muchos extranjeros y no a todos les va bien. Eso demuestra que tampoco es fácil jugar allá. Además estuve en un club con exigencias altísimas. Johor es el club más grande de Malasia, así que todo eso me hacía sentir como si estuviera en Boca. No es tan sencillo como leí en algunos lados”.
El sueño de Guerra empieza ahora. Hoy viajará a Cardales con el plantel y durante dos semanas tendrá la chance de probar suerte en Boca. La oportunidad de su vida está al alcance de la mano, aunque Gabriel no se marea: “Más allá de la presentación no hubo ninguna charla en particular con Guillermo. No puedo decir qué es lo que puede pasar después de la pretemporada porque acá todos quieren mostrarse, pero voy a dar lo mejor de mí y ojalá que pueda interesarle al técnico”. ■