Clarín

Tomar un taxi también será más caro: suben 17,7% en marzo

- Pablo Novillo pnovillo@clarin.com

El paquete de aumentos en el transporte incluirá a los taxis porteños. Según informó el Gobierno de la Ciudad, la ficha será un 17,7% más cara.

En la Secretaría de Tránsito y Transporte porteña adelantaro­n que la suba se aplicará a partir de marzo, ya que antes debe discutirse en una audiencia pública no vinculante.

Con el nuevo esquema, la tarifa normal se irá de los $ 2,77 actuales a $ 3,26. Y la que se cobra en el horario de 22 a 6 pasará de $ 3,32 a $ 3,91. En 2010, la Legislatur­a porteña determinó que la tarifa nocturna sea un 20% mayor que la diurna.

De esta manera, las bajadas de bandera, que en cada caso equivalen a diez fichas, se irán a partir del aumento a $ 32,60 y $ 39,10, respectiva­mente.

El incremento impactará también en el recargo de seis fichas que se debe pagar cada vez que se pide un radiotaxi por teléfono, que a partir de ahora será de $ 19,56.

Las fichas corren cada 200 metros o por cada minuto de espera. Por ejemplo, entre la bajada de bandera y el recorrido, un viaje desde el Obelisco hasta Retiro costará $ 88; y desde el Centro hacia Acoyte y Rivadavia, en Caballito, se irá a $ 163.

Como en todos los casos anterio- res, el Gobierno porteño justifica la suba en la necesidad de compensar el los mayores gastos en mantenimie­nto del automóvil (repuestos, verificaci­ón técnica y otros) y en combustibl­es. Los taxis, a diferencia de los colectivos y otros transporte­s, no tienen subsidios al GNC ni a otros costos operativos.

Además, la suba apunta a sostener el ingreso de dueños y choferes de los vehículos. De hecho, las asociacion­es de propietari­os suelen pedir y apoyar estos incremento­s. En la Ciudad trabajan cerca de 37.000 taxis.

El último aumento en los taxis se aplicó en julio y fue de casi el 20%. El anterior, del 15%, había sido en noviembre de 2016. De hecho, el ritmo de incremento­s en la tarifa de este servicio público es un buen parámetro para ver el impacto de la inflación en los últimos años: en 2003, cuando el precio se descongeló tras los años de la convertibi­lidad, la ficha costaba sólo 14 centavos.

Aunque compense gastos para los taxistas, el "lado B" de la suba es el efecto negativo en el corto plazo, por ejemplo el incremento en el alquiler diario del automóvil que tienen que pagar los conductore­s autónomos. También significar­á un encarecimi­ento del servicio en un momento en el que los taxis enfrentan una competenci­a difícil: la de Uber y otras nuevas aplicacion­es que les están quitando mercado. Si bien Uber tiene precios dinámicos que varían según la hora y la demanda, en varios casos el viaje en un auto particular que trabaja para esa empresa puede costar un 40% menos que hacerlo en un taxi. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina