Ascienden al gendarme que estuvo bajo la lupa en el caso Maldonado
Es el subalférez Echazú. Fue el que recibió un piedrazo en el pómulo y del que se sospechó en el inicio de la causa.
El subalférez Emmanuel Echazú, uno de los gendarmes que estuvo en la mira del a Justicia Federal por la muerte de Santiago Maldonado el 1 de agosto pasado en Cushamen, fue ascendido por las autoridades de Gendarmería Nacional, según lo informó el Boletín Oficial. La promoción de Echazú y otros efectivos de la fuerza lleva la firma de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
El gendarme fue la primera persona de la que sospechó –no oficialmente- el juez federal Guido Otranto. Para el magistrado, según le relató a Clarín, Echazú era el único efectivo que podía albergar alguna motivación especial para volverse violento dentro del escenario de los hechos, al haber recibido un piedrazo en el pómulo. A pesar del impacto, que le provocó doble fractura, el gendarme continuó avanzando hacia el río Chubut y fue el encargado de levantar el acta de lo acontecido.
Junto a Echazú estuvieron ese mediodía en el río o muy cerca de la orilla el cabo Darío Rafael Zoilan, el sargento Carlos Pelozo, el gendarme Neri Armando Robledo y el 1º alférez Daniel Alejandro Gómez, todos del Escuadrón 35 de El Bolsón, a cargo del comandante Fabián Méndez.
El 21 de diciembre pasado, la fiscal Silvina Avila solicitó el cambio de carátula de “Desaparición Forzada” a “Muerte Dudosa”, pedido que fue rechazado por el juez federal Gustavo Lleral. A principios de octubre, Echazú reconoció ante el juez Lleral que había momentos del operativo que “no recordaba” probablemente por el golpe sufrido. En una entrevista con Clarín, el gendarme se expresó en similares términos y dijo que se vio afectado por el impacto y la adrenalina del momento. Echazú no recuerda, por ejemplo, el diálogo que mantuvo con otro gendarme quien le consultó por su rostro. “¿Qué te pasó?”, le consultó su compañero. A lo que el entonces subalférez habría res- pondido: “No sé qué me pasó”. Tampoco puede decir quién le entregó la escopeta Batán 12 milímetros antitumulto que llevaba consigo en su regreso. Se estima que los gendarmes arribaron cerca de las 11.20 al río. El alférez fue el último en retirarse a las 11.40 tal como quedó registrado en una fotografía hecha por la propia fuerza. La doble fractura que le provocó el piedrazo fue objeto de polémica y sospechas.
Desde el gobierno, el paso de Echazú de subalférez a alférez ha sido justificado en el hecho de no haber elementos judiciales o de conducta que impidan su crecimiento dentro de la fuerza tal como lo establece el reglamento interno de promociones. “Echazú no está imputado”, dicen fuentes vinculadas al ministerio de Seguridad.
Para otros sectores se leyó como una provocación. “Que @PatoBullrich ascienda al gendarme Echazú es un mensaje claro: más impunidad al servicio de la represión para pasar su plan de ajuste contra el pueblo trabajador”, publicó en su cuenta de Twitter el diputado nacional de izquierda, Nicolás del Caño.
El 19 de octubre, la fiscal federal Silvina Avila informó mediante un documento que el gendarme, en compañía de sus abogados, se había presentando ante esa fiscalía de “manera espontánea” producto de una serie de artículos donde se lo indicaba como sospechoso. “La presentación la hizo por intermedio de sus abogados de confianza y dada la normativa procesal que rige en la materia y los derechos establecidos en el art.73 del Código Penal, se le dio intervención como imputado con acceso a la causa penal. Esta es la única participación que ha tenido cualquier integrante de la fuerza investigada en el expediente, por lo que se niega categóricamente que exista una querella constituida de la Gendarmería Nacional en estas actuaciones”, indicó el texto al cual tuvo acceso Clarín.
“Echazu no está imputado por la comisión de algún delito. Dado que se iba a realizar una pericia cotejando información en su historia clínica se presentó espontáneamente a estar a derecho. La querella de Maldonado no formuló ninguna objeción sobre su participación y tampoco las 4 querellas de los organismos de DDHH”, dijo una fuente judicial.
De acuerdo al Boletín Oficial, un grupo de gendarmes obtuvo su ascenso por cuestiones de mérito y antigüedad al 31 de diciembre de 2017. La fundamentación establece que: “personal superior de la citada fuerza de seguridad, que se encuentra en condiciones de ascenso al 31 de diciembre de 2017, fue considerado por el organismo de calificación, no existiendo impedimentos para su promoción al grado inmediato superior”. ■