Mitos y verdades de un sistema muy complejo
No existe en realidad un “botón nuclear”. Si Trump decidiera un ataque, debería seguir un rígido protocolo.
El presidente estadounidense Donald Trump se ufanó de tener un botón nuclear “más grande y más poderoso” que el que dijo tener el líder norcoreano Kim Jong-Un. Pero lo cierto es que el jefe de la Casa Blanca no posee físicamente un botón, ni perilla alguna que permita la detonación de una bomba atómica.
El mensaje de Trump del martes a la noche, que desató una lluvia de críticas, fue una respuesta burlona al discurso de Año Nuevo de Kim, en el que renovó sus amenazas contra Estados Unidos, afirmando que tiene “un botón nuclear” en su escritorio y que “el territorio entero de Estados Unidos está en el rango de nuestras armas nucleares”.
Trump no se amilanó y respondió con sorna. “¿Podría alguien dentro de su débil y hambriento régimen informarle que yo también tengo un Botón Nuclear, pero que el mío es mucho más grande y más poderoso, y que el mío sí funciona?”
Pero en realidad, a pesar de lo estridente de la retórica, Trump no tiene ningún botón semejante.
El proceso de lanzar un ataque nuclear es secreto y complejo e involu- cra a un equipo nuclear, compuesto por un contingente rotativo de oficiales militares. Además, requiere del uso de maletín apodado “la pelota” que es cargado por un edecán que acompaña al presidente dondequiera que vaya, y que está equipado con canales de comunicación y un manual con instrucciones bélicas.
Si el presidente desea ordenar un ataque nuclear, tendría que identificarse ante jefes militares en el Pentágono con códigos que sólo él conoce. Los códigos están grabados en una tarjeta que el mandatario lleva consigo en todo momento. El presidente tendría que transmitir la orden al Pentágono y al Comando estratégico.
Mientras Trump se trenzaba en la polémica con sus tuits, el régimen comunista reabrió ayer la línea de comunicación telefónica con Corea del Sur, en medio de un acercamiento entre ambas partes. La primera conversación, de unos 20 minutos, giró en torno a cuestiones técnicas, informó el gobierno de Seúl. Corea del Norte tiene previsto volver a establecer contacto, aclararon luego las autoridades surcoreanas. El presidente surcoreano quiere aprovechar también futuras conversaciones para hablar sobre el programa nuclear y misilístico del aislado país comunista, aunque no está claro si el presidente norcoreano se prestará a ello.
La línea telefónica la localidad fronteriza de Panmunjom estaba suspendida desde 2016 por las tensiones entre ambos países por el programa misilístico y nuclear norcoreano. El restablecimiento de la comunicación llega después de que el lunes el líder norcoreano plantease una sorprendente oferta de diálogo, anunciando su intención de enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur. Seúl respondió proponiendo un encuentro de alto nivel en Panmunjom el 9 de enero.