Miles de iraníes salen a las calles en respaldo al régimen de los ayatolas
Fue por un llamado del gobierno. La teocracia persa buscó replicar las protestas en su contra que estallaron el jueves.
Convocados por el régimen de los ayatolas, miles de iraníes salieron ayer a las calles en apoyo al gobierno y para contrarrestar las masivas protestas populares que se venían sucediendo desde hace una semana en gran parte del país.
En una escena que se reprodujo en varias ciudades, los manifestantes gritaban consignas contra los enemigos de la República Islámica. “Muerte a Estados Unidos”, “Muerte a Arabia Saudita” y “Muerte a Israel”, repetía la multitud. Estos tres países son, según las autoridades iraníes, los instigadores de la ola de protestas que vive el país desde el pasado jueves.
Las protestas antigubernamentales, que comenzaron el pasado jueves en la localidad de Mashad y que se extendieron a numerosas poblaciones, dejaron 24 muertos y más de mil detenidos. Los manifestantes reclamaban acciones concretas contra la crisis económica y la desocupación, especialmente de la población joven, y repudiaban la corrupción en los distintos estamentos del Estado.
Ayer, el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, general Mohamad Ali Yafarí, anunció el “fin” de estos actos a los que denominó “sedición”, utilizando el discurso tradicional de los sectores más conservadores del régimen iraní.
“Podemos decir que hoy es fin de la sedición de 1396 (actual año iraní)”, afirmó, para luego denunciar que muchos de quienes participaron en las protestas antigubernamentales “estaban formados por antirrevolucionarios y monafeqin (en referencia a la opositora Organización Muyahedin Jalq)” y contra ellos se actuará con firmeza.
Recalcó que “hoy el enemigo (en alusión a Estados Unidos), fracasado en todas las políticas que ha aplica- do en la región, lo único que puede hacer es crear inseguridad en el Irán islámico”, pero la gente debe saber que “el costo” de hacer acuerdos con extranjeros es mucho mayor que el de resistir.
El tema de las redes sociales fue central en esta revuelta social, ya que la gente se convocaba a través de ellas. La más activa fue Télegram, que terminó siendo bloqueada. Ayer el ministro iraní de Comunicación, Mohamad Yavad Yahromí, contactó con responsables de esa empresa para comunicarles que el servicio de mensajería podrá continuar en el país sólo si se eliminan los canales de carácter “terrorista”.
Las autoridades iraníes amenazaron a los manifestantes que han protagonizado las protestas con acusarlos de graves delitos, algunos de ellos castigados con la pena de muerte, como “atentar contra la seguridad nacional” y la “enemistad con Dios” (moharebeh). En ambos casos la condena es la pena capital.
El ministro de Educación, Mohamad Bathaí, informó que entre los detenidos hay gran número de jóvenes y muchos de ellos son estudiantes.
Anoche, pese a estas amenazas, aún se producían marchas aisladas en algunas ciudades, aunque con mucho menos participantes. Se volvieron a corear lemas contra el régimen, así como contra el presidente del pa- ís, Hassan Rohani, y el líder Supremo, Alí Jamenei.
A nivel internacional, el Secretario general de la ONU, Antonio Guterres, le pidió al gobierno que actúe con moderación y evite la pérdida de vidas “Se debe respetar los derechos a reunirse pacíficamente y a la libertad de expresión. Se debe evitar la violencia”, sostuvo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró efusivamente a favor de los manifestantes y aprovechó para criticar nuevamente a las autoridades iraníes. “Respeto por el pueblo de Irán que intenta retirar a su Gobierno corrupto. Tendrán un gran apoyo de Estados Unidos en el momento adecuado”, escribió en Twitter.
Turquía, sin embargo, dio su apoyo al gobierno Rohani. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, habló por teléfono con el mandatario iraní y aseguró que para Turquía es importante que se garantice la “estabilidad y la paz social en Irán”.
El ministro de Exteriors turco, Mevlut Cavusoglu, culpó de las protestas a factores externos, como viene marcando el ayatollah Jamenei. “Hay dos personas que apoyan las protestas: el premier israelí Benjamin Netanyahu y el presidente Donald Trump”, afirmó Cavusoglu, dejando claro la división que marca esta etapa política en Oriente Medio.