Clarín

Volver a casa después de 16 años de experienci­as como jugador y entrenador

Todavía extraña al rugbier que fue, uno de los mejores hookers del mundo en la década pasada.

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No debe resultar sencillo. Seguro que no. Después de 16 años de dar vueltas por Francia y Australia, Mario Ledesma armó las valijas (literal, sólo las valijas) y volvió a Buenos Aires junto a su mujer y sus cuatro hijos tras dejar una vida muy placentera en Sydney tanto en lo personal como en lo profesiona­l.

-¿Ya te adaptaste?

-Y, llegamos acá el 20, 21 de noviembre y nos fuimos a la casa de mis viejos porque nos tenían que entregar la nuestra. Así que vino bien eso porque había tanto para hacer entre colegios y cosas así que necesitába­mos que nos cuidaran a los chicos.

-O sea que viniste sólo con lo puesto. -Sí porque el conteiner llegará recién a mediados de febrero; vinimos con la ropa y a vivir de prestado un poco. Ahora más o menos se está empezando a acomodar todo: alquilamos una casa, yo tengo auto pero todavía le tengo que comprar a la patrona el suyo. Además llegamos en una fecha difícil por las Fiestas; después de tanto tiempo sin estar acá nos tironearon de todos lados entre familiares y amigos.

Ledesma es uno de los personajes centrales de la historia moderna del rugby argentino. Considerad­o en la década pasada como uno de los mejores hookers del mundo, tras dejar el selecciona­do en el Mundial de Nueva Zelanda 2011 comenzó a formarse como entrenador de la mano de Michael Cheika, quien de inmediato lo llevó como asistente a Stade Francais; hasta el Rugby Championsh­ip 2017 estuvo junto al enorme técnico australian­o en los Wallabies... Pero en la gloria del bronce de Los Pumas en Francia 2007 es donde Ledesma tiene un lugar asegurado.

-El año pasado se cumplieron diez años de aquel Mundial histórico. ¿Te gusta recordarlo?

-Me encanta.

-¿Extrañás al jugador?

-Sí, olvidate. Todos los días. Jugar al rugby es lo más lindo y lo más grande que hay. Todo esto de ser entrenador está bueno, pero por algo jugué hasta los 38 años. Si hubiese podido seguir hasta ahora lo hubiera hecho. Y si no juego más es porque me puedo romper todo.

Se ríe Ledesma. Está contento. Y es optimista. Sabe de los pro y los contra del rugby argentino en cuanto al juego porque, dice, “la agresivida­d, la cabeza, la locura que le meten los forwards, que es algo histórico y que creo que estos chicos tienen, y ese tema del ataque que, cuando están encendidos, les hacen tries a todo el mundo y desde cualquier sector de la cancha, es lo mejor y hay que mantenerlo sin lugar a dudas. Aunque también hay que trabajar en las deficienci­as. Por ejemplo en la obtención, en el scrum, que tiene que volver a ser una bandera, o en el gesto técnico del tackle, sobre todo en los cinco de adelante, los primera y los segunda líneas, que erraron mucho este año”. ■

 ?? ALFREDO MARTINEZ ?? Relajado. Ledesma fue uno de los históricos Pumas de bronce en el Mundial de Francia 2007.
ALFREDO MARTINEZ Relajado. Ledesma fue uno de los históricos Pumas de bronce en el Mundial de Francia 2007.

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