El presidente vuelve a la carga con su idea del muro fronterizo
Donald Trump volvió a revolear su idea de un muro entre EE.UU. y México. Trascendió este sábado que le pedirá al Congreso 18 mil millones de dólares para la obra que demandaría un total de 33 mil millones.
El dinero cubrirá 508,5 km de cercas nuevas y reforzaría otros 655 km donde ya existen barreras. Asi lo indica el estimado de costos enviado al Senado por el departamento de Aduanas y Protección Fronteriza. Si el trabajo se completa, más de la mitad de la frontera binacional de 3.218 km tendría una pared u otra estructura física para 2027 como fecha máxima.
Los demócrtas han cuesitonado el costo de este antiguo capricho del mandatario, pero lo que empeora las cosas es que la Casa Blanca pide esos fondos a cambio de la protección de cientos de miles de jóvenes inmigrantes sujetos a deportación. Son los “dreamers” cuya permanencia en EE.UU. es un valor político para los demócratas y fueron defendidos por Barack Obama.
Aunque Trump se postuló con la promesa de que México pagaría el controvertido muro, el plan de gastos indica que los contribu- yentes estadounidenses serán quienes financiarán esta enorme obra. El documento cuyos detalles se conocen ahora, es el primer registro oficial de los costos contemplados.
Además de los 18 mil millones de dólares iniciales, también se solicitarán otros US$8 mil millones para personal y capacitación, un extra de US$5 mil millones para nueva tecnología de frontera y al menos mil millones de dólares adicionales para construir caminos de acceso. El precio final del plan de gastos excederá los US$33 mil millones durante la próxima década, según una copia del documento obtenido por The Washington Post y la cadena CNN.
Por cierto las cosas no acaban ahí. Esa enorme suma no contempla los fondos para el ministerio de Seguridad Nacional que debe controlar a la inmigración. El departamento específico, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE en sus siglas en inglés), busca contratar 10.000 funcionarios y ampliar los espacios actuales que se utilizan para la detención de inmigrantes.
Los demócratas han reiterado que no pagarán por un muro. Pero del lado muchos han considerado que esta idea es innecesario. Afirman que se podría lograr una seguridad fronteriza más efectiva por otros medios, incluida una mejor vigilancia y tecnología. ■