Un líder alemán pide “solución final” para los refugiados y causa escándalo
El eurodiputado conservador Manfred Weber usó la expresión de los jerarcas nazis y provocó fuerte repudio.
Alemania tiene algunas expresiones fuera del lenguaje político desde el Holocausto. Manfred Weber, eurodiputado, líder del mayor grupo del Parlamento Europeo (el conservador) y hombre fuerte de la CSU alemana en Bruselas, usó una de esas expresiones este viernes durante el congreso de su partido, hermano bávaro de la CDU de Angela Merkel.
Weber dijo que Alemania y Europa deben buscar en este 2018 “una solución final para la cuestión de los refugiados”. “Solución final para la cuestión judía” fue el nombre que dieron los jerarcas nazis a su diseño para asesinar a los judíos de Europa, su plan para desarrollar cientos de campos de concentración y exterminio, unido a masivas matanzas en la parte que ocuparon de la Unión Soviética, para acabar con los judíos.
Weber, que siempre ha sido crítico con la llegada de refugiados pero a quien nunca se le habían oído expresiones xenófobas típicas de los partidos de ultraderecha, provocó una inmensa polémica en su país, silenciada por ahora en Bruselas porque el Parlamento Europeo sigue hasta este lunes su receso navideño. Las redes sociales ampliaron la polémica, que fue inmediatamente recogida por los principales medios de comunicación alemanes.
“En el año 2018 el tema central europeo es la solución final para la cuestión de los refugiados”, fueron sus palabras exactas. Weber dijo también que “se necesitan respuestas legislativas a nivel europeo” y que para encontrar una solución es importante dar voz a dirigentes como el naciona- lista húngaro Viktor Orban.
El hombre fuerte de Budapest es el que construyó una valla metálica de cientos de kilómetros para cerrar las fronteras de su país a la llegada de refugiados que, siguiendo la ruta que une Turquía y los Balcanes a través de Grecia buscaban llegar a Alemania y otros países del norte de Europa. Orban había sido invitado a la cumbre de la CSU de Weber.
La Unión Europea intenta acordar este año una reforma de su política de asilo. La norma en vigor, suspendida desde finales de 2015 y conocida como ‘Protocolo de Dublín’, establece que los países responsables de la gestión de los refugiados en la Unión Europea son aquellos países que primero pisan los refugiados cuando llegan a Europa. Por ejemplo, Alemania, de aplicar esa norma, podría deportar a Grecia a más de un millón de sirios, afganos e iraquíes llegados entre 2015 y 2016 porque fue territorio griego el primero que pisaron en la Unión Europea.
Los países de llegada de los refugia- dos, principalmente Italia y Grecia pero también España, y los países de destino de la mayoría de los refugiados (Alemania, los nórdicos, el Benelux y en parte Francia) quieren que la gestión de los refugiados se haga desde Bruselas y que sean repartidos por todo el continente. Varios países, en especial los de Europa del este, se niegan a aceptar un solo refugiado. La Comisión Europea podría provocar que los gobiernos votaran la reforma en junio e imponer la decisión a todo el bloque. Los que quieren un reparto equitativo tendrían mayoría.
Weber reaccionó al escándalo en su cuenta en Twitter diciendo que “la deliberada malinterpretación” de sus palabras era “una completa tontería”, y que lo que intentaba explicar era que este año “se necesita una solución europea conjunta, en el sentido de ayudar a las personas necesitadas”. Weber fue defendido por Jörg Meuthen, el nuevo líder del partido ultraderechista alemán AfD.
Más allá de que Europa no puede evitar que conflictos en Oriente Medio y Africa sigan generando refugiados y que como mucho podría intentar cerrar aún más sus fronteras para que no lleguen al viejo continente, las palabras de Weber ponen a su partido, que está negociando la futura coalición de gobierno en Alemania, en la línea de los nacionalismos xenófobos de Europa del este y de partidos como el Frente Nacional francés, el FPO austríaco o el Partido de la Libertad del ultraderechista holandés Geert Wilders. ■