Robo millonario en Cariló a la familia del secretario de Seguridad de Pinamar
Sin disparar un tiro, un grupo de ladrones asaltó a los empleados de un súper que llevaban un millón de pesos al banco. Todo duró un minuto. No hay detenidos.
No hubo ruidos, no hubo gritos. Tampoco disparos. El golpe comando en el que un grupo de ladrones se llevó un millón de pesos, cuando interceptó a una camioneta que llevaba la recaudación del fin de semana de un supermercado de Cariló, se concretó en apenas un minuto. Lo curioso es que la víctima es Gustavo Yeannes (68), padre de Matías (38), el secretario de Seguridad de Pinamar. Todo terminó sin heridos y, también, a pesar de la cantidad de policías que suele haber para esta época en la Costa Atlántica, sin ningún detenido.
Raúl manejaba su camioneta Ford Ranger en la que todos los lunes hace el mismo traslado del dinero hacia un Banco Provincia de Pinamar. Había salido hacía menos de cinco minutos desde “La Proveeduría”, el único supermercado de Cariló.
El empleado, que siempre hace el mismo recorrido, había partido cerca del mediodía desde el comercio, ubicado en el centro de un balneario que está rodeado de lujosos chalés. Estaba acompañado por otro empleado, cuando de repente escucharon un golpe desde atrás. Era un auto que los había chocado en la esquina de Divisadero –la calle principal de Cariló- y Cohiue, a sólo tres cuadras del local.
Lo primero que hizo Raúl fue detenerse. Y fue en ese mismo instante que un Peugeot 206 se les cruzó por adelante, mientras que un Ford Focus se colocó a su costado. De allí bajaron dos hombres, que con un arma, advirtieron de manera clara y concreta: “Dame los bolsos”. Sabían que ahí estaba el dinero.
Los empleados de “La Proveeduría” no se resistieron. La situación duró muy poco y los asaltantes escaparon con la plata, tan rápido como llegaron. El Focus luego fue hallado abandonado a pocos metros del lugar del robo. Un verdadero golpe comando que movilizó a los comerciantes de la zona. Aunque el supermercado nunca cerró y siguió funcionando como si nada.
Fuentes del caso informaron que se investiga si participó un tercer auto en el golpe y si la banda contó con la ayuda de un entregador. “Es un pueblo chico y todos se conocen. Desde hace más de diez años los encargados del supermercado llevan el dinero al banco los lunes, no es algo difícil de saber, pero creemos que pudo haber existido alguien que pasó alguna información precisa a los delincuentes para llevar a cabo el hecho”, detalló un investigador, quien dijo que es el primer robo calificado en un año.
El fiscal de Pinamar, Juan Pablo Calderón, ordenó secuestrar las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona para intentar identificar a los autores del robo. Es que la zona está superpoblada de cámaras y con mucha custodia policial que se mueve de un lado al otro y que patrulla el balneario las 24 horas.
Además, peritos trabajan sobre el Ford Focus abandonado para levantar huellas. Lo que ya se confirmó es que el dominio no tenía pedido de captura, por lo que sospechan que los ladrones le cambiaron la patente y le colocaron una falsa. “Tenían información y todo estaba estudiado”, apuntó una fuente de la investigación.
El comercio es propiedad del padre de Matías Yeannes, secretario de Seguridad de Pinamar. La familia, por ahora, optó por no hacer declaraciones. El local funciona en pleno centro de la localidad balnearia desde hace más de 30 años y no es la primera situación complicada que atraviesa. En 2012, padeció un incendio que destruyó sus instalaciones por completo.
El fuego se inició a la mañana del 22 de mayo de aquel año, aparentemente por un cortocircuito en una de las heladeras. En media hora ya había consumido el 70% del negocio, construido casi en su totalidad en madera. Sin embargo, sólo estuvo cerrado durante aquel invierno. Para octubre ya había sido reparado y funcionaba nuevamente. ■