Retos por partida doble para cuatro grandes y sus técnicos
Se viene un año arduo en el calendario futbolero. Con el Mundial de Rusia como emblema incomparable. Pero -mientras tanto- la actividad doméstica tendrá plena efervescencia.
La lucha por la Superliga fue estrechando las candidaturas pese al breve afloje de Boca en las últimas fechas de 2017. Sólo San Lorenzo quedó a tiro de la disputa inmediata, aunque resta más de medio torneo y puede haber sorpresas (siempre las hay) en el devenir. Se verá cómo sigue la cosa a partir del viernes 26. Pero el tema central parece pasar por otro lado. Desde hace tiempo la Libertado- res es la mayor tentación de los clubes argentinos. Y se da una circunstancia extra en esta edición que comenzará a fines de febrero: salvo San Lorenzo, los otros cuatro grandes estarán en la disputa. Y ya preparan las mejores expectativas. Vuelve Independiente, el viejo Rey de Copas, postergado en los últimos años. Y vuelve Boca -después de una ausenciacon el empuje de una obsesión. Será entonces la lucha de los entrenadores para armar equipos competitivos que puedan aportar posibilidades en las dos competencias. Podría pensarse que Marcelo Gallardo no debería reclamar esfuerzos en la Superliga porque River está lejos de Boca (15 puntos) y tiene varios adelante. Pero su equipo necesita sumar puntos para quedar, por lo menos, en un pues- to de clasificación para la Libertadores siguiente. Entonces, todos están comprometidos en la doble lucha.
Barros Schelotto sabe muy bien de qué se trata el anhelo de su gente, más allá de que no se desprecie el lance del bicampeonato. Y para eso propuso los refuerzos necesarios. Sumó los laterales campeones con San Lorenzo, Buffarini y Mas; contará con el aporte de Wanchope Ábila para suplir la sentida ausencia de Benedetto y recibió hace pocas horas la noticia mayor: la vuelta de Carlos Tevez, un jugador de élite, nacido en la casa, con espectacular recorrido pero con un año gris en China y escasa actividad. Habrá que ver cómo está, a punto de cumplir 34 años. Y habrá que ver cómo Guillermo arma la estructura si quiere incluirlo en el equipo a la bre- vedad. Si entrara por Cardona se perdería al ejecutor de las pelotas paradas. Pero alguien tendría que salir y no serían ni Barrios (el termómetro) ni Pablo Pérez, capitán y pieza clave. ¿Nandez? El joven uruguayo fue tomando alas y aporta fervor para llegar al área contraria. Puede llegar el paraguayo Gómez (viejo conocido de los Mellizos) para reforzar la defensa. El técnico tendrá que decidir. Incluso cómo alternar entre las dos competencias hasta el Mundial.
River quedó atrás en la Superliga por su apuesta a la Copa, que terminó muy mal en la derrota con Lanús. Y Gallardo pidió refuerzos de brillo. Se pagó la cláusula de rescisión por el arquero Armani, ídolo en Nacional de Medellín. Y más de 11 millones de dólares por Lucas Pratto para armar dupla con Scocco y rememorar algo del dúo Driussi-Alario, con otras edades. Volverán Mayada y Martínez Quarta después de sus suspensiones por dopaje y quedó trunca la posibilidad de Musto por una confusa muestra de hace seis meses cuando jugaba en Central. Ahora está en México. Y se tendrá que seguir la evolución de Lollo (Maidana bajó) y Larrondo, incorporaciones que jugaron poco.
Racing cambió a Cocca por el Chacho Coudet. Hizo gran campaña en Rosario pero le fue mal en Tijuana (México). Tendrá que formar un equipo muy cambiado para respaldar a Lautaro Martínez (se quedará para la Copa) y Licha López. El viernes sumó a Neri Cardozo, de lejano comienzo en Boca y luego en el fútbol azteca.
Ariel Holan rescató a Independiente y le dio una línea de juego reconocible y querida por su gente. Más allá de vacilaciones por su continuidad, el distanciamiento del PF Alejandro Kohan y la interrupción del contrato de Erviti, un jugador reclamado por él hace un año, cuenta con el respaldo de dirigentes e hinchas para intentar la aventura de la 8ª Libertadores. Ya sumó a las vitrinas otra Sudamericana. Y fue como un aviso auspicioso. El club deberá resolver ahora la situación de Barco, su joya de 18 años, empeñado en que se acepte la oferta de Estados Unidos. Lo van a extrañar.
Seguirá la Superliga y comienza la Libertadores: desafíos dobles para cuatro grandes y sus técnicos. ■