Un remisero murió al quedar en medio de un tiroteo entre ladrones y una mujer policía
La agente estaba tomando el remís como cualquier pasajera cuando asaltaron al chofer.
Esperar pasajeros era parte de su rutina diaria. Por eso, tomaba todas las precauciones posibles. Sin embargo, nada sirvió para salvar la vida de Sergio Gustavo Almonacid (47), un remisero asesinado ayer a la madrugada en la localidad bonaerense de Glew en un episodio muy particular: quedó en medio de un tiroteo entre ladrones y una pasajera a la que llevaba, que resultó ser policía.
Fue ayer, a las 5.15, cuando la víctima fue sorprendida por los ladrones en la calle Alejandro Casona al 500, en Glew (Almirante Brown), mientras esperaba a una pasajera en su Renault 12.
Fuentes policiales informaron a Télam que todo comenzó cuando la pasajera, una oficial de la Poli- cía local de Lanús, de 21 años, salía de la casa de sus padres para ir a trabajar. Estaba vestida de civil.
La joven había llamado a una remisería ubicada a la vuelta, en Miguel Cané al 500, frente al destacamento de Policía de Glew.
Según informaron voceros del caso, al salir vio que tres ladrones armados corrían hacia el remisero. Desesperado, el chofer le gritó que se subiera “rápido” al auto y aceleró. La res- puesta de los asaltantes fue brutal: uno de ellos comenzó a disparar contra el Renault 12.
Fuentes de la investigación aseguraron que en ese momento la agente de la Policía Bonaerense sacó su pistola reglamentaria y disparó contra los ladrones a través de la luneta del auto, que se había roto por el ataque.
En medio del tiroteo otro asaltante se acercó al costado del auto, por lo que la policía también disparó a través del vidrio de la puerta trasera derecha. El Renault 12 avanzó unos metros hasta que se detuvo sobre la vereda. La policía bajó para perseguir a los asaltantes, que lograron escapar sin concretar el robo.
Había pasado el tiroteo, pero lo peor estaba por venir. El remisero, dueño de la agencia a la que había llamado la pasajera, comenzó a pedir auxilio. Allí fue cuando descubrieron que había recibido al menos un balazo en el brazo izquierdo.
La agente llamó al 911 y la ambulancia tardó media hora en llegar al lugar. Cuando los médicos lo revisaron, Almonacid ya había muerto.
Alejandro, vecino de la remisería, dijo a Télam que el remisero tenía tres hijos, hacía cuatro años que era propietario del comercio y trabajaba en el turno noche.
“Este barrio era tranquilo pero últimamente aumentaron los robos, sobre todo a la mañana, cuando la gente va a trabajar. Ahí hay mucha inseguridad”, afirmó el vecino.
El hecho es investigado por el fiscal Gustavo Caram, a cargo de UFI N° 5 de Lomas de Zamora. Entre otras medidas, ordenó peritar el arma reglamentaria de la mujer policía, para ver de dónde salió el tiro mortal. ■