Chin chin en el mundo del arte: desde ahora será más fácil exportar
No dirán los nombres, ni los años ni adonde fueron pero al final, cuando se oiga el chin chin de las copas de champagne, una crítica contará que varios artistas terminaron "traficando" sus propias obras. Era tan difícil y tan caro hacer el trámite para sacarlas legalmente, que las escondían en alguna valija y a otra cosa. Pero ahora... chin chin.
El encuentro fue el miércoles en la Casa de Victoria Ocampo, en Palermo Chico. Estaban el ministro de Cultura Pablo Avelluto, el secretario de Patrimonio Marcelo Panozzo y algunos galeristas.
La noticia que habían ido a recibir era la modificación, vía DNU, de la ley que regula cómo las obras de arte entran y salen del país. La promesa es que un trámite engorroso y caro se volverá simple, instantáneo, gratuito. Chin chin.
La modificación de esta ley es un viejo reclamo del sector, que tiene dificultades para participar de ferias en el extranjero.
Ahora, quienes quieran llevarse una obra de un artista vivo o muerto hace menos de 50 años podrán pedir un permiso en la web. El trámite es inmediato. Si el artista murió hace más de 50 años o es desconocido o anónimo, se tramita una licencia ante Cultura, también online. La respuesta llega en 48 horas: o hay permiso o el Estado decide ejercer su opción de compra, si la considera de valor patrimonial. Si se considera patrimonial pero el Estado no compra, otras personas que vivan en el país pueden hacerlo. Si no ocurre, se otorga la licencia de exportación.
La Aduana ya no tendrá injerencia en el asunto; alcanzará con el aviso al Ministerio de Cultura y no se precisa un despachante.
Cada pasajero puede llevar 15 obras como equipaje no acompañado.
Calculan que todo esto dará mayores ventas y mejor cotización al arte argentino. Al final, aplausos y chin chin. ■