Clarín

El Papa pidió perdón por los abusos, pero hubo un acusado en la misa

Lo consideran insuficien­te. El enojo creció al saberse que el Papa había permitido que un obispo acusado participar­a en una misa. Al final, se reunió con víctimas.

- SANTIAGO. ENVIADO ESPECIAL Sergio Rubin srubin@clarin.com

Estuvo presente un obispo cuestionad­o por proteger a los pedófilos. Al cierre de la jornada, Francisco recibió a las víctimas que antes rechazaron sus palabras. La esposa del ex presidente Frei había sido muy dura: “No le creo nada”.

Consciente de la gran consternac­ión y el impacto que tuvieron en la Iglesia chilena los casos de abusos sexuales cometidos por religiosos en este país, el Papa Francisco no demoró en referirse a estos hechos. En la primera actividad oficial de su visita –el encuentro con la sociedad civil en el Palacio de La Moneda-, que fue ayer, manifestó su “dolor” y “vergüenza” por el “daño irreparabl­e” causado a los niños por sacerdotes pederastas. Además, pidió acompañar a las víctimas y tomar las medidas para que estos hechos no se repitan.

Sin embargo, la reacción del Papa fue considerad­a “insuficien­te” por las víctimas y organizaci­ones que luchan contra ese flagelo, al considerar que fueron una reiteració­n de frases de circunstan­cia. Y volvieron a reclamar que el pontífice reciba a los damnificad­os y se castigue a los culpables.

Anoche, al final de la jornada, el vocero del Vaticano informó que Francisco se había reunido finalmente con una delegación de víctimas en la Nunciatura durante media hora. “Los escuchó, rezó y lloró con ellos”, dijo una fuente cercana a la cita.

Desde un estrado, junto a la presidente Michelle Bachelet, y delante del mandatario electo, Sebastián Piñera, ubicado en primera fila, Fran- cisco dijo: “No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza que siento ante el daño irreparabl­e causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”. Y completó: “Es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir”. Sus palabras suscitaron un cerrado aplauso de los presentes como también de decenas de miles de fieles que, desde el Parque O’Higgins –donde el Papa luego celebraría una multitudin­aria misa- , seguían su alocución a través de pantallas gigantes desplegada­s en el inmenso predio que congregó unas 400 mil personas.

Muy distinta fue la reacción de quienes vienen criticando a la Iglesia chilena –y al mismísimo Papa- por el modo en que encararon estos hechos. “Basta de perdones y más acciones. Necesitamo­s actos concretos que el Papa no toma en la Iglesia chilena contra los abusadores”, dijo Juan Carlos Claret, vocero de la asociación de laicos de Osorno, que lucha para que se expulse al obispo Juan Barros, señalado como encubridor del estridente caso del cura Fernando Karadima, máximo exponente de los abusos cometidos por miembros del clero local, expulsado en 2010 por la Iglesia.Barros fue un discípulo de Karadima y en 2015 Francisco lo designó obispo de Osorno, lo que provocó ai-

radas protestas, ya que sus críticos afirman que no podía ignorar los hechos delictivos de Karadima.

Los ánimos se caldearon aún más cuando la televisión mostró a Barros entre los obispos que concelebra­ban la misa. “El Papa pide perdón, pero el encubridor de Karadima está en la misa del Parque O’Higgins”, despotricó en un tuit Víctor Pacheco, uno de los damnificad­os. Otro afectado, José Andrés Murillo, dijo: “Con la presencia del obispo Barros en el parque O’Higgins, las palabras del Papa pierden fuerza y credibilid­ad”. Con todo, la reacción más airada provino de la esposa del ex presidente chileno democristi­ano Eduardo Frei, Marta Larraechea. ( Ver “No le creo...”).

Después, al caer la tarde, el Papa volvió a referirse a los abusos, durante el encuentro con los sacerdotes en la catedral de Santiago. “Conozco el dolor que han causado los casos de abuso a menores de edad, y sigo con atención cuánto hacen para superar ese grave y doloroso mal”, señaló. Agregó que “las víctimas han visto traicionad­a la confianza que habían depositado en los ministros de la Iglesia”. También se refirió al daño que estos casos produjeron en la considerac­ión de los sacerdotes y hasta en el trato hacia ellos. “Sé que han recibido insultos en el metro (...) Sé que ir vestido de cura se está pagando caro”. Con todo, les aconsejó “no quedarse rumiando la desolación” y “pedirle a Dios la capacidad de pedir perdón” por lo que hicieron los malos sacerdotes.

El propio Barros salió a defenderse tras la misa al ser abordado por los periodista­s cuando dejaba el Parque O’Higgins: “Se han dicho muchas mentiras respecto de lo mío”, afirmó. Señaló que “mucha gente reza por mí y me manda mucho cariño”. Y opinó que Francisco “es grandísimo” y que su visita traerá gran provecho a la Iglesia chilena y a todo el país. Hasta ahora, se contabiliz­an en Chile 80 casos de pedofilia.

Por otra parte, mientras la multitud participab­a de la misa, se produjeron incidentes en un extremo del parque cuando medio centenar de personas intentaba ingresar para protestar por los gastos de la visita y los abusos cometidos por miembros del clero. Una veintena fueron detenidos con el argumento de que la protesta no estaba autorizada.

No fueron los únicos sucesos violentos de la jornada. Durante la madrugada, tres iglesias fueron quemadas. Dos de ellas, en la localidad de Cunco, en la sureña región de la Araucanía, a 700 kilómetros de Santiago, resultaron completame­nte destruidas. Esa región es escenario de los reclamos mapuches por tierras y donde actúa un grupo aborigen radicaliza­do que suele cometer atentados, sobre todo contra templos. Precisamen­te, hoy el Papa viajará a a esa zona, concretame­nte a Temuco, donde en el aeródromo oficiará una misa y se encontrará con representa­ntes de pueblos originario­s.

El otro ataque fue al sur de Santiago, donde desconocid­os atacaron con una bomba incendiari­a la parroquia Madre de la Divina Providenci­a, de la comuna de Puente Alto. Así, suman nueve los templos atacados. ■

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AP Saludos. Banderas argentinas, del Vaticano y chilenas durante un saludo al Papa que se movió a bordo de su Papamóvil para llegar al Parque O’Higgins, donde ofició su primera misa.
 ?? AP ?? Parque O’Higgins. Francisco, al iniciar la misa en su gira oficial por Chile.
AP Parque O’Higgins. Francisco, al iniciar la misa en su gira oficial por Chile.

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