El presidente de China presiona a Trump para acordar sobre Norcorea
El líder chino llamó a su colega de EE.UU. El balance de la charla fue positivo, según fuentes de ambos países.
El presidente chino, Xi Jinping, se comunicó ayer con su homólogo de EE.UU, Donald Trump, para acordar algún tipo de distensión en el conflicto con la dictadura de Corea del Norte. La intención del poderoso líder del Imperio del Centro es aprovechar el clima de detente por los inminentes Juegos Olímpicos en la península para mejorar los vínculos entre las dos Coreas.
Después de que el pasado 9 de enero, representantes de Seúl y Pyongyang se encontraron en la frontera para discutir las condiciones de la participación del país comunista en los Juegos, el clima de tensión que se vivió durante todo el año pasado comenzó a disiparse. Xi celebró este gesto de fraternidad y consideró que es un buen momento para instalar en la zona un status quo y crear las condiciones para la reanudación de las negociaciones diplomáticas.
En la conversación, ambos dirigentes intercambiaron puntos de vista sobre la reciente mejora en la situación diplomática en la región y se comprometieron a reforzar la cooperación y la comunicación en este asunto, según el reporte oficial.
Lo cierto es que Beijing considera central que EE.UU. detenga los ejercicios militares que con frecuencia realiza con las fuerzas que tiene acantonadas en Corea del Sur, con el ejército de ese país y con el de Japón. Es una antigua demanda ligada con el criterio de que de ese modo se aliviará totalmente el riesgo de guerra. El Pentágono comunicó que, inmediatamente después de los Juegos que se celebrarán en Corea del Sur, reiniciará en marzo los ejercicios. Pyongyang considera ese comportamiento como una provocación.
En opinión de China, es central que la comunidad internacional se mantenga unida para intentar la desnuclearización de la península. Trump volvió a subrayar el papel de China para resolver esta crisis y aseguró estar dispuesto a fortalecer la comunicación y la coordinación con Beijing sobre eso, lo que implica una victoria de la gestión de Xi Jinping.
El mandatario norteamericano pidió sí a su par chino que incremente la presión económica y política sobre Norcorea en procura de que el régimen detenga su programa nuclear y misilístico. Para Washington ese paso y el posterior desarme son inevitables para un diálogo con Pyongyang. El pequeño país comunista cerró el año pasado con un fuerte avance en su desarrollo militar que coronó con la prueba de un misil con alcance efectivo sobre todo el territorio de EE.UU. y capacidad de portar una bomba nuclear.
La conversación telefónica tuvo como segundo eje la política comercial estadounidense con China, después de que en las últimas semanas aparecieran filtraciones acerca de que la Casa Blanca planea endurecerla. Trump expresó al presidente chino su “descontento porque el déficit comercial de Washington respecto de Beijing sigue creciendo”.
“Las dos partes deben adoptar una vía constructiva para aumentar el volumen de su cooperación y solucionar de forma adecuada las diferencias bilaterales en economía y comercio”, señaló el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, en rueda de prensa. Lu consideró, también, que es “bastante natural” que las dos mayores economías del mundo tengan algunas diferencias comerciales, pero resaltó que “la clave es cómo gestionan esas diferencias”. ■