Desafío independentista: proponen a Puigdemont como presidente catalán
Lo acordaron las dos principales fuerzas. Pero el destituido mandatario irá preso si vuelve desde Bélgica.
En medio de incertidumbres e inestabilidad, comienza hoy la nueva legislatura del Parlamento catalán que debe designar un gobierno por cuatro años. La asamblea se constituirá mediante una Mesa Provisional de edad, integrada por un presidente, el diputado con más años, y dos secretarios con los más jóvenes, los tres militantes de Esquerra Republicana.
En los otros puestos habrá legisladores de la lista liderada por el destituido presidente Carles Puigdemont, de Esquerra Republicana (ERC), cuyo principal líder es Oriol Junqueras, y de Ciudadanos, que dirige Inés Arrimadas. Se trata de una constitución del Parlamento en circunstancias excepcionales porque tres diputados están encarcelados en Madrid por el Tribunal Supremo y otros cinco son prófugos de la justicia en Bruselas, el más importante, Puigdemont.
Mañana tendrá que elegirse la Mesa del Parlamento, cuyos poderes son fundamentales para abordar los aspectos más polémicos como la refor- ma del reglamento que va a plantear Puigdemont para poder asumir a partir de la sesión de investidura para elegir el presidente de la Generalitat el próximo 31 de enero.
Ayer, los dos principales partidos independentistas de Cataluña -Juntos por Cataluña y ERC- anunciaron un acuerdo para investir como presidente regional a Puigdemont. Pero no precisaron si el acuerdo incluía la aceptación por parte de ERC de la investidura a distancia de Puigdemont, cesado del cargo a finales de octubre por el gobierno español de Mariano Rajoy después de que el Parlamento catalán declarara la fallida secesión.
Puigdemont es un prófugo de la justicia, igual que sus cuatro acompañantes en Bélgica, y será detenido apenas ponga un pie en España y conducido directamente una prisión madrileña sin necesidad de una orden judicial. El ex titular de la Generalitat prometió que en caso de ser elegido retornaría a Madrid pero cambió después de idea. Sus abogados le aconsejan permanecer en la capital belga porque el arresto en España como prófugo acusado de gravísimos delitos que acarrean hasta 30 años de prisión serán muy difíciles de eludir.
El gran conflicto que tiene obsesionado a toda España es que Puigdemont pretende forzar una reforma parlamentaria que le permitiría asumir desde 1.300 kilómetros del Parlamento, en Bruselas, mediante una “ceremonia telemática”, una novedad mundial e histórica. Como esta propuesta ha generado una catarata de críticas -la calificaron de “delirio” y “aberración jurídica”-, Puigdemont intenta delegar en otro diputado la lectura de su Discurso Programa el 31 de enero y darse por elegido.
“Eso es completamente ilegal y lo vamos a impedir por todos los medios”, tronó Rajoy, quien explicó que el artículo 155 de la Constitución que ha permitido la intervención de los españoles y el cese de la totalidad de los miembros del Ejecutivo de Puigdemont, continuará mientras no se elija un gobierno acorde con las normas constitucionales españolas.
Estos conflictos agravan el enfrentamiento entre las dos fuerzas principales de independentismo que podrían controlar la mayoría absoluta para elegir un nuevo gobierno. Puigdemont armó una lista, Juntos por Cataluña, que se impuso, ante el asombro generalizado, a ERC por solo dos diputados. Pero, ambas fuerzas tienen un pacto para que el más votado elija al candidato del otro, en este caso Puigdemont. Esquerra acepta pero insiste en que el ex presidente destituido tiene que estar presente en la investidura. Esta opción es impensable para Puigdemont. ■