Una estación de servicio que paga $ 22.000 de canon frena una urbanización en Palermo
Es la de Juan B. Justo y Honduras. Quieren desalojarla para construir edificios y plazas en el playón ferroviario. El dueño afirma que tiene contrato hasta 2024.
Un conflicto con la estación de servicio de Juan B. Justo y Honduras se convirtió en una traba para continuar la urbanización del playón ferroviario de Palermo. El Gobierno nacional fue a la Justicia para acelerar el desalojo, pero el dueño de la empresa afirma que tiene contrato hasta 2024. Mientras tanto, en concepto de canon sólo abona $ 22.000 por mes.
La estación es de la marca Shell pero pertenece a un empresario privado, Luis Fazio, quien entre otros em- prendimientos también tiene locales de venta de neumáticos en Capital y el Conurbano.
El emprendimiento privado queda frente a una zona de discotecas en Juan B. Justo, y es, por ejemplo, la estación de servicio donde años atrás protagonizó un accidente Ariel "Burrito" Ortega, el ex futbolista de River. En total ocupa 113.000 m2.
Según explicaron en la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), el empresario consiguió el primer permiso para poner la estación en 1999, con contrato hasta 2017. En 2004, y aunque le faltaban años de contrato, consiguió una prórroga hasta 2021. Y en 2010 logró otra más, hasta 2024. Pese a estar en una zona de alto tránsito, cerca de uno de los polos de vida nocturna de Palermo, en el organismo público aseguran que "el canon que abona la estación de servicio es de $ 22.320 mensuales, que deposita en sede judicial y la AABE ni siquiera cobra, justamente porque estamos planteando que el contrato ya está vencido y el predio debe ser liberado".
El tema es que, en la última prórroga, en el contrato se incluyó una cláusula, la N° 19, que indica que el terre- no debe ser liberado si se necesitara utilizarlo para desarrollar un proyecto urbanístico para la zona.
Ese es justamente el objetivo. En 2014 se aprobó la iniciativa que se conoce como "Palermo Green", que la actual administración retomó el año pasado. La idea es construir edificios de viviendas y locales comerciales en la línea de Juan B. Justo, tal como se vino haciendo en el sector más cercano a Santa Fe. El proyecto se completa con la creación de calles, veredas, parques lineales y otras zonas verdes. El criterio es destinar 35% de la superficie a la explotación inmo- biliaria y el 65% a espacios públicos.
Esta urbanización se uniría al viaducto del ferrocarril San Martín, que ya está en obra y permitirá la apertura de calles hoy bloqueadas por las vías. Y completaría la transformación en la zona que se inició años atrás con la instalación del Polo Científico en el ex edificio de la bodega Giol, la apertura del shopping Distrito Arcos y otros emprendimientos.
Para avanzar con ese proyecto, el Estado nacional ya logró desalojos de comercios en esa franja de terreno, como el caso de un corralón que cerró tiempo atrás. Otros privados ya acordaron salir del lugar en poco tiempo. Así, en diciembre pudo subastar dos parcelas, por 4.000.000 de dólares cada una, y en febrero tiene previsto sacar a remate otros tres lotes, por los que buscará conseguir más de 25 millones de dólares.
La AABE defiende el proyecto de urbanización porque "permitiría establecer un parque lineal, unir Palermo Soho con Palermo Hollywood, y generar una inversión privada que crearía 3.700 puestos de trabajo en un plazo de 18 a 24 meses". Este criterio es el mismo que viene aplicando para otras propiedades fiscales en la Ciudad que venden a privados para fomentar inversiones, como ya están haciendo en el terreno de Retiro detrás de Catalinas Norte y pretenden concretar en el playón ferroviario de Colegiales, entre otros (ver “Los terrenos...”).
Pero sin solucionar el conflicto con la Shell no podrá completar esa iniciativa. Además, y como siempre que se libera un predio ocupado por una estación de servicio, antes de construir nada debe cumplirse con un proceso de mitigación de suelos, por las eventuales filtraciones de combustibles. Esto puede demorar entre seis meses y un año.
Por eso la AABE quiere liberar el predio lo antes posible. No sólo afirma que el convenio de explotación del lugar ya fue revocado sino que, incluso, la semana pasada pidió que se levantara la feria judicial para ganar tiempo con el desalojo, medida que le rechazaron. "La última cautelar que había logrado Fazio quedó sin efecto en diciembre", argumentaron en el organismo.
Pero el empresario no quiere irse. Su abogado, David Halperín, le explicó a Clarín: "El contrato está vigente hasta 2024, y el acto por el cual lo revocaron fue manifiestamente nulo. El predio de la estación de servicio no estaba incluido originalmente en el proyecto de urbanización, lo sumaron el año pasado con un decreto que es de dudosa legitimidad". Fazio no sólo se resiste sino que contraataca: por este conflicto, presentó una denuncia penal contra las autoridades de la AABE. ■
El Gobierno nacional asegura que las construcciones crearían 3.700 puestos de trabajo.