Djokovic volvió, ganó pero tuvo que desmentir lo que nunca imaginó
En Australia lo acusaron de impulsar la creación de un gremio para pelear por más premios.
En la previa del arranque de Australia (19.964.996 dólares; cemento) circuló la versión de que durante una reunión de tenistas que se había realizado el viernes en Melbourne, Novak Djokovic, presidente del Consejo de Jugadores de la ATP, propuso la formación de un sindicato y deslizó la posibilidad de un boicot a los Grand Slams para pelear por el aumento de los premios. El serbio, 14° favorito y séxtuple campeón del primer Grand Slam de la temporada, aprovechó la atención de la prensa tras su debut en el torneo -con triunfo por 6-1, 6-2 y 6-4 ante Donald Young en su primer partido oficial tras la ausencia de seis meses por una lesión en el codo derecho- para desmentir los rumores. “Mucho de lo que se publicó no es verdad. ¿Boicot? Nada de boicot”, aseguró el 12° del ranking.
Es habitual que en la previa de cada Grand Slam el Consejo de Jugadores se reúna para discutir asuntos relacionados con el circuito. Así ocurrió el viernes. Pero según informaron algunos medios internacionales -el periódico inglés Daily Mail fue uno de los primeros en dar a conocer la historia-, en esa convocatoria Djokovic tomó la palabra, les pidió a todos los que no fuesen jugadores que salieran de la sala y habló sobre la formación de un gremio acompañado por un abogado. Esa versión llegó a los oídos del ex número 1, que se encargó de esclarecer lo ocurrido.
“Me mostraron como alguien muy avaro, que pide más dinero y que quiere un boicot. Yo respeto la libertad de la prensa para decir y publicar eso, pero no es verdad. Lo que pasó es que los jugadores nos reunimos para charlar sobre ciertas cosas. No veo que haya un problema con eso. Pocas veces en el año podemos juntarnos 100 jugadores para hablar como lo hicimos acá”, explicó Djokovic sin perder la amabilidad que lo caracteriza.
Y sin dar muchos detalles sobre los temas que se trataron en la reunión, aclaró: “No se habló de boicot ni se tomaron decisiones radicales. Y no hubo un abogado presente. Hablamos y escuchamos opiniones sobre temas sobre los que nunca podemos hablar en un grupo tan grande. Nada más”. ■