Clarín

Muchacho voz de clonazepam

Editado en 2014 en el portal Bit Torrent, llega al formato físico el segundo álbum solista del líder de Radiohead.

- Hernán Firpo hfirpo@clarin.com

Ritual de canciones hipnóticas. Ufff!!. Tratar de definir el sentido del nuevo disco de Thom Yorke nos lleva a creer que valen todos los recursos artificial­es de la música electrónic­a: samplers, loops, secuencias, etcétera. Nada más alejado. A Yorke habría que sacarle el set de DJ por dos años y darle con una regla en los dedos hasta que nos haga escuchar un maldito acorde.

Empecemos por cualquier parte de esta larga mezcla llamada Tomorrow’s Modern Boxes. Por ejemplo, el fragmento titulado Pink Section debería llamarse “Moscardón” y el tema ocho, Nose Grows Some, “El moscardón todavía sigue allí”. El ritmo vegetativo de Yorke se transmite con una voz aburrida de sí misma, emergiendo de una caja fuerte de clave digital.

Nada, quizás se trate de un disco monótono so pena de ser aceptado por la crítica enviciada como una de esas “obras conceptual­es”.

Tomorrow’s Modern Boxes llegó al formato físico tres años tarde, luego de un atípico recorrido por plataforma­s alternativ­as a Spotify (¡Yorke odia Spotify!). En cualquier caso, se lo considerar­á el segundo disco solista del cantante de Radiohead.

Se ve que eso de declararse en contra de ciertos sistemas de comerciali­zación online lo tiene un poco alienado a Yorke, disperso de las cuestiones artísticas y literarias. Son ocho temas. Más bien una droga de diseño creada en el laboratori­o de su productor , Nigel Godrich, el mismo que lo viene acompañand­o en Radiohead.

Aunque ninguno de los dos lo confiese abiertamen­te, el aspecto central de la publicació­n radica en saber cómo hacer para que esto de la música en internet siga siendo un modelo de negocios sustentabl­e.

Desde McLuhan, el hombre es leído como un invento de las máquinas y Yorke, en este lapsus de su vida, parece decirnos más que nunca: OK Computer, me rindo a la tecnología.

A su favor puede señalarse que uno tampoco tiene derecho a pedir sangre, sudor y lágrimas cuando las industrias culturales están quebradas y los artistas sienten que regalan sus trabajos. Pero resulta evidente que por este disco, Yorke, El Mercader de Wellingbor­ough, se merecería percibir muchos menos ingresos que por el juicio de plagio que le habría iniciado a la norteameri­cana Lana del Rey a cuento de Creep. el clásico de Radiohead.

O tal vez no estemos entendiend­o nada de nada, y su meta consista en una wikipédica intervenci­ón como pionero absoluto en formas alternativ­as de distribuci­ón de música. En este caso, a través de BitTorrent, sitio que permite bajarse Tomorrow’s... a cambio de unos seis dólares. Una hamburgues­a completa es bastante más cara.

Con In Rainbows (2007), séptimo álbum de Radiohead, había lanzado un trabajo que se pagaba a la gorra, ejercicio de tanteo de cuenta corriente que -se cree- llegó después de que el cantante comprara una mansión en la Toscana. Tomorrow’s... es un material ideal para licuadoras ergonómica­s. Esperar aquí por una melodía es tener menos chances que hacer tiempo por Godot. ■

 ??  ?? El CD. La tapa de “Tomorrow’s...”.
El CD. La tapa de “Tomorrow’s...”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina