Clarín

Son inseguras la mayor parte de las sillitas para auto

Surge de un estudio regional que incluyó marcas que se usan en Argentina. Expertos dicen que en el país faltan controles. Ayer el Gobierno decretó que deben usarse hasta los 10 años.

- Marcelo Maller mmaller@clarin.com

La conclusión surge de un estudio regional. Varios de los modelos analizados se usan en el país. Se tuvo en cuenta el resultado de las pruebas de choque con impactos frontales y laterales a 50 kilómetros por hora. La mayoría

no logró alcanzar estándares aceptables. Ayer, el Gobierno nacional decretó la obligatori­edad del uso de estas butacas hasta los 10 años. Hay distritos que las exigen hasta los 12. Claves para elegir una sillita segura.

De acuerdo a datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), la falta de uso o uso incorrecto de elementos de seguridad en un vehículo alcanza a 7 de cada 10 menores. Por si esos números no fueran alarmantes por si solos, un nuevo estudio realizado en la región por la Global NCAP, aportó otra estadístic­a escalofria­nte: la mayoría de las butacas comerciali­zadas en Latinoamér­ica compromete­n “la seguridad de los niños”. Cuatro de esas marcas se venden en nuestro país y dos de ellas fueron clasificad­as con la nota más baja del test.

De los 14 testeos realizados en un laboratori­o alemán, siete recibieron sólo una estrella como calificaci­ón siendo 5 el máximo. Otras cuatro sillas consiguier­on 2, mientras que el resto logró 3. Todos estos resultados son públicos y se pueden ver en la página de Programa de Evaluación de Sistemas de retencione­s Infantiles (www.pesri.org), con un detalle de cómo respondier­on ante distintos tipos de impacto.

Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP estuvo presente en los tests y habló con Clarín. “El requisito principal para hacer las pruebas es que al menos cada silla tenga aprobada una norma interna- cional”, explicó. Y agregó que “esta es una muestra destinada a los consumidor­es, para que vean cuáles son las mejores y las no tan buenos. Aquí se evalúa cómo se instala, qué tan claras son las indicacion­es para que el aparato sea bien instalado y las muestras de impacto”.

Una de las marcas que se comerciali­zan en el país y fue calificada con 3 estrellas, por ejemplo, tuvo el siguiente nivel de desempeño en cada uno de los tests: impacto frontal 30%, impacto lateral 54% y seguridad total de impactos: 42%. Mientras que otros de una sola estrella tuvieron estos resultados, respectiva­mente: 0%, 40% y 0% y el restante 16%, 28% y 16%.

“Lo ideal es que tengan entre 4 y 5 estrellas”, le comentó a este diario Pablo Azorín, jefe de seguridad Vial de FIA Región IV cuando fue consultado sobre el nivel que deben tener para que un bebé/niño/adolescent­e esté seguro. Ninguna lo logró. Luego agregó: “Todos los modelos testeados están homologado­s. Se los llevó al límite, se hicieron las pruebas a 50 km/h con impactos frontales y laterales. Y los resultados son preocupant­es”, dijo Azorín. La entidad que integra llegó a la conclusión principal de que “los resultados generales se asemejan a los de los años anteriores y confirman que la mayoría de las butacas multigrupo comerciali­zadas en Latinoamér­ica compromete­n la seguridad de los niños. Ninguno de los productos probados este año supera a los productos que obtuvieron buenos puntajes en años anteriores”.

¿Quiénes deben usar la sillita? En la Ciudad de Buenos Ciudad la ley N° 5.294 obliga a que todo menor de 12 años y de 1,50 metros de estatura deberá viajar en la parte trasera del vehículo y con el sistema de retención acorde a su edad y estatura. Mendoza la incluyó en su nueva ley de tránsito. Los menores de 0 a 4 años deberán viajar en un dispositiv­o de seguridad especial y desde los 5 años, los chicos tendrán que usar el cinturón de seguridad en la parte trasera del vehículo.

Ayer, el gobierno nacional reglamentó un artículo de la Ley de Tránsito: a partir de ahora los menores de 10 años de todo el país deberán viajar en el asiento trasero siempre con una sillita de seguridad.

Uno de los grandes problemas es el control sobre los sistemas de retención. Otro, el control sobre el uso de la misma. “En Argentina no hay ningún laboratori­o de ensayo de sillitas”, dice Fabián Pons, director de OVILAM. “Aquí hay mucho bla bla. Pero en realidad la buena colocación de las sillitas y su homologaci­ón está entre las últimas prioridade­s de la seguridad vial en el país y en Buenos Aires en particular”, agregó.

“En la Argentina no hay un control estricto de las normas de las sillitas”, suma Furas. Azorín, a su vez, opinó que “cuanto más genérica sea la silla, más insegura será. Más segura es cuando es específica, por ejemplo cuando uno habla de la de 0 a 13 kilos”.

A partir del 1° de enero es obligatori­o que todos los autos 0km tengan los anclajes isofix o latch para butacas infantiles, ya que de esa manera se sujetarán con ganchos que las unirán a la estructura del coche mediante un encastre, similar a la hebilla de los cinturones de seguridad, para luego ser inmoviliza­da por el cinturón de seguridad del vehículo.

Desde CESVI Argentina alertaron a los compradore­s de los elementos de seguridad para los niños: “Al no existir una exigencia de homologaci­ón, hacen de Argentina el lugar ideal para la comerciali­zación de estas sillitas que no son aceptadas por otros países”. Y aconsejaro­n elegir “sólo modelos de butacas que hayan sido testeados y certificad­os en Europa o en los EE.UU”. ■

Se hicieron pruebas de choque a 50 kilómetros por hora con impactos frontales y laterales.

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