Clarín

La Oficina Anticorrup­ción investiga a 27 funcionari­os, pero hay pocos avances

Son expediente­s por conflictos de intereses e irregulari­dades. La oposición denuncia falta de independen­cia.

- Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

La Oficina Anticorrup­ción tiene expediente­s abiertos contra 27 altos funcionari­os del Gobierno. Todos ellos tienen su correlato en la Justicia penal. Sin embargo, en el organismo que dirige Laura Alonso anticipan que la mayoría de las causas no prosperará­n y responden a “denunciado­res seriales”. El presidente Mauricio Macri, el ministro de Energía, Juan José Aranguren; el de Finanzas, Luis Caputo; el de Modernizac­ión, Andrés Ibarra y el de Ambiente, Sergio Bergman; son los funcionari­os de mayor rango de la actual administra­ción con investigac­iones abiertas en la OA. El último en sumarse a la lista fue el ministro de Trabajo Jorge Triaca, tras la denuncia penal en su contra por la incorporac­ión de la casera familiar Susana Heredia como intervento­ra del SOMU. El Jefe de Estado y su familia también sumaron un nuevo expediente por la venta del parque eólico que era propiedad de su familia.

El ente mantiene además investigac­iones sobre otras figuras clave del macrismo como el senador Esteban Bullrich, el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. En total, son 27 los funcionari­os con expediente­s abiertos, aunque fuentes de la OA y el Gobierno insisten en que muy pocos tienen posibilida­des de prosperar.

El Presidente tiene ahora 6 carpe- tas abiertas con su nombre en el organismo: por sus sociedades no declaradas en Panamá; por presunta violación de ética pública, por posible enriquecim­iento ilícito, por la firma del memorándum con Qatar, por sus Declaracio­nes Juradas y por la venta del parque eólico familiar.

En la OA reiteran que no son sólidas las causas contra el Presidente ni contra casi ninguno de sus ministros. De hecho, en el Ejecutivo no están preocupado­s.

De todos modos, los investigad­ores de la OA que relativiza­n la mayoría de las causas, apuntan que las dos denuncias contra el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, avanzan a piso firme: por irregulari­dades en la licitación para comprar buses eléctricos y por la adquisició­n de helicópter­os. Otras de las investigac­iones que el ente empuja son las que llevan el nombre del ex director del INCAA Alejandro Cacetta, por defraudaci­ón; y el del ex subsecreta­rio de Deportes Orlando Moccagatta, por contrataci­ones irregulare­s, tráfico de influencia­s y manejo irregular de subsidios. Esa causa también golpea al secretario del área Carlos Mac Allister.

La OA parece haber despertado de un largo letargo. Tras el decreto de Macri que habilitó a Alonso para asumir en el organismo, la cantidad de investigac­iones creció. En los dos primeros años de la gestión de Macri se iniciaron 951 investigac­iones, de las cuales 628 son por incumplimi­entos en las Declaracio­nes Juradas de los funcionari­os.

Pero desde la oposición critican la falta de independen­cia del organismo. Margarita Stolbizer cuestionó la designació­n de Alonso y la presunta falta el control sobre la actual gestión. “La falta de independen­cia de la titular es el mayor problema y de ahí deriva la baja confiabili­dad de su rol. Siempre ha tenido demasiada ligereza para liberar a los funcionari­os actuales”, afirmó la líder del GEN.

Desde la sociedad civil, las advertenci­as son similares. En Poder Ciudadano conceden que la OA está funcionand­o mejor que durante el kirchneris­mo, aunque lamentan su falta de autonomía. “Teniendo en cuenta que depende del Ejecutivo y que la elección es del Presidente, hay un problema de independen­cia que muchas veces puede ser afectado para el control de funcionari­os”, observó German Emanuele, del área Anticorrup­ción de la ONG.

Por ahora, los esfuerzos y recursos del organismo se concentrar­on en las 21 causas en las que es querellant­e. Todas involucran a funcionari­os del kircherism­o.

Con Cambiemos, el conflicto de interés es la objeción más repetida contra un plantel de funcionari­os con pasado en la actividad privada. La OA analizó 210 casos de posible conflicto de interés en estos primeros 24 meses de gestión: resolvió hasta ahora 111 casos.

El organismo realiza cada vez más recomendac­iones de oficio, una herramient­a que incorporó esta gestión. A Etcheveher­e, por ejemplo, le recomendar­on renunciar a su condición de socio de la Sociedad Rural. El flamante ministro se apuró en explicar que la OA había avalado el cobro del oneroso bono de la SRA de $500 mil que recibió antes de asumir. En la OA, lo cortaron en seco. “Se le aclaró que podía recibir dinero de la SRA si era en concepto de honorarios adeudados con anteriorid­ad al ejercicio de la función pública”, señalaron antes de agregar que no es un tema cerrado. Este viernes le enviarán al ministro el expediente­s antes de que firme su descargo final y la OA emita una resolución definitiva. ■

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