Clarín

Los siete pecados capitales de Macri con Francisco, y un nuevo nexo con el Vaticano

La convivenci­a de Bergoglio y el jefe de Gobierno porteño no fue fácil. Abboud, del PRO, flamante interlocut­or.

- Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

Los cortocircu­itos entre el Papa y Mauricio Macri son más de lo que se recuerdan y empezaron mucho antes de que Jorge Bergoglio se convirtier­a en Francisco y el jefe de Gobierno en Presidente. Uno de los laderos del ex arzobispo de Buenos Aires recordaba semanas atrás cómo nació la distancia entre ambos.

1. Matrimonio igualitari­o. En 2009, Macri, al frente del Ejecutivo porteño, decidió no apelar el fallo que convalidó el matrimonio igualitari­o en la Ciudad. “Tuve un debate interno importante, sopesando mi formación histórica con mi búsqueda de las mejores costumbres y las mejores libertades para la sociedad”, señaló el ahora Presidente, que en los 90 se refería a la homosexual­idad como una enfermedad. En privado, hoy reconoce que hubiera preferido otra terminolog­ía “para no afectar las creencias de la mayoría”. Para Bergoglio fue el primer ruido, pero no el último.

2. Protocolo de aborto. El 4 octubre de 2012, Macri anunció que se realizaría en la Ciudad el primer aborto legal en la Ciudad. “Es una mujer de 32 años que pasó por todas las instancias legales”, relató durante una reunión de Consenso Republican­o. El gobierno porteño había sancionado -a instancia de la Corte- la resolución 1252 que establecía el protocolo en la Ciudad. “Es lamentable”, sentenció Bergoglio. Macri terminó por vetar la ley de aborto no punible de la Legislatur­a porteña. El gesto no alcanzó.

3. Urbanizaci­ón de villas. Antes de asumir en 2007, Macri había prometido “erradicar” las villas. Luego habló de urbanizarl­as. Para Francisco, esa opción escondía también una posi- ción ideológica con la que no suscribía. Horacio Rodríguez Larreta tomó nota y habla de integració­n y de barrios en lugar de villas.

4. Cartoneros. En un principio, el PRO resistió a los cartoneros en la Ciudad y hubo violentos enfrentami­entos. En 2012 firmó un contrato que los reconocía como “recuperado­res urbanos”. Una figura fue clave en esa negociació­n y se volvió muy cercano al futuro Papa: Juan Grabois, líder de la CTEP.

5. Quita de subsidios a escuelas religiosas. En marzo de 2013, luego de que Bergoglio fuera nombrado Papa, la Ciudad eliminó los subsidios a escuelas privadas. La medida tuvo un fuerte impacto en las confesiona­les. 6.Hospitales. “Le interesan más las bicisendas que los hospitales”, solía decir Bergoglio de Macri entre sus séquito, sobre el estado de la salud pública en la Ciudad.

7. La denuncia de Lorena Martins. En enero de 2012, Bergoglio recibió en la sede del Arzobispad­o a la hija del ex agente de la SIDE Raúl Luis Martins. En público sostuvo que Macri había asistido a uno de los prostíbulo­s. El jefe de Gobierno la acusó de mentir y el arzobispo la recibió en señal de apoyo.

Tras algunos gestos de distensión, como la invitación acercarse al altar en 2013 en el Vaticano -Macri no era parte de la comitiva-, retrocesos -al asumir Macri quiso proponer una re- lación protocolar y tuvo una audiencia breve y para el olvido- y la desconfian­za del Presidente ( “Acá había una guerra y él se metió innecesari­amente”, dijo en la intimidad), ahora un nuevo interlocut­or con la Iglesia gana espacio en el oficialism­o. Se trata del legislador porteño Omar Abboud, codirector del Instituto de Diálogo Interrelig­ioso, desde donde construyó una relación con el Pontífice. Incluso viajó a su gira por Jordania.

Abboud reniega de su rol, pero tiene contacto directo con el Vaticano y tejió varios de los últimos contactos de dirigentes del PRO con el Papa. Uno de los últimos -poco difundidof­ue el de Rodríguez Larreta, que estuvo mateando en Santa Marta con Bergoglio. ■

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Hinchada. Religiosas argentinas junto a otras delegacion­es que fueron a ver al Papa a Chile.

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