Madrid le advierte a Puigdemont que impedirá su jura “a distancia”
Dijo que debe regresar de Bruselas para asumir como presidente catalán. Y no apelar a un delegado.
El Ejecutivo español advirtió ayer que es quien gobierna Cataluña y avisó que no levantará la intervención a esa región hasta que la nueva administración local asuma “de modo normal” el poder. El planteo de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sostiene que el nuevo presidente debe esté presente en el momento de la jura y no asumir a través de un delegado o por medio de la Internet.
La contundente advertencia golpea las intención de Carles Puigdemont, refugiado en Bruselas, quien pretende asumir la presidencia por delegación. La vicepresidente dijo que el Gobierno tomará “las decisiones que haga falta” para impedir que Puigdemont vuelva al cargo. “Ha llegado al final del trayecto y no va a ser presidente de la Generalitat”, advirtió en una entrevista en la cadena COPE.
Añadió luego que el artículo 155 de la Constitución, que faculta a la intervención, “dejará de estar activo en el momento que tome posesión el nuevo gobierno. No es suficiente la investidura. El nuevo Presidente ha de tomar posesión físicamente en el traspaso de (manos de) quien hoy está la frente de la Generalitat y que es el gobierno de España”, remarcó.
Ayer se supo que la sesión de investidura del nuevo presidente de la Generalitat podría adelantarse algunos días. Sería por influencia de Puigdemont que no quiere perder el elemento sorpresa. Busca adelantar el fin de la intervención de la región “que solo cesará cuando esté elegido un nuevo gobierno legal catalán”, señaló ayer el presidente Mariano Rajoy.
Así que Puigdemont tiene prisa y empuja a todo el mundo. Su objetivo es soltar un “bombazo”: forzar que el nuevo titular del Parlamento, Roger Torrent, lo visite en Bruselas donde elude la acción de la justicia española. Para sus críticos sería una enormidad: el titular de la asamblea parlamentaria viajando a una entrevista en Bélgica con un prófugo de la justicia. Pero así lo confirmó ayer en el legislativo la mano derecha de Puigdemont, Elsa Artadi. ”Este encuentro se realizará al margen de la ronda de contactos que el nuevo presidente del Parlamento está manteniendo con todos los partidos. La única opción es Puigdemont o Puigdemont”, precisó.
Los independentistas reiteraron ayer que investirán al ex mandatario como nuevo titular de la comunidad de Cataluña. Las consultas a los partidos finalizaron por la tarde. Torrent puede convocar de inmediato al Parlamento para, ya con el nombre de Puigdemont como candidato de la mayoría absoluta, se fije una sesión de investidura cuyo plazo para realizarse vence el 31 de enero próximo.
Los secesionistas, Juntos por Cataluña y Esquerra, reiteraron ayer que investirán a Puigdemont como nuevo titular de la comunidad autónoma de Cataluña. También acordaron que se van a repartir las consellerías (minis- terios) del nuevo ejecutivo al 50%. No queda claro cómo lo harán.
Los separatistas mantienen su plan “irrenunciable de restituir las instituciones catalanas que fueron abrogadas por la intervención de Mariano Rajoy aplicando el artículo 155 de la Constitución (intervención). De lo que se trata es de acabar con la intervención y en ese camino intentar colocar a Puigdemont al frente de la Generalitat y a la mayor cantidad posible de sus consellers aunque varios de ellos están en libertad bajo fianza por el Tribunal Supremo o en la cárcel. Pero si Puigdemont vuelve deberá comparecer ante la justicia y sería arrestado.
En una reunión que mantuvo ayer en la capital belga el ex presidente y su “estado mayor”, que incluye a Artadi, quedó claro que mantenía su decisión “prioritaria apoyada por la mayoría del electorado en las últimas elecciones autonómicas” de ser investido el (o antes) 31 de diciembre como titular de la Generalitat. “Esto es innegociable”, ordenó. Y pidió al titular del Congreso Torrent que le permita, junto con tres de sus acompañantes en Bruselas, delegar su voto para la investidura, o sea votarse a sí mismo. Todos se preguntan si Torrent tiene las espaldas tan anchas como para tragarse estos mandatos a rajatabla.
Sucede que el nuevo titular parlamentario fue instalado por un acuerdo entre Esquerra y el ex presidente. Torrent es un veterano dirigente de Esquerra y está sometido a la disciplina partidaria para permanecer en el cargo. Si se rebela, Puigdemont lo pondría en la calle con una moción de censura. ■