Clarín

Juan Musso “Cada día en Racing es un regalo de la vida”

El clásico Racing-Independie­nte empieza desde los arcos

- Maximilian­o Uria muria@clarin.com

Juan Musso camina y habla pausado. Se lo percibe tranquilo. Acepta cada uno de los pedidos del fotógrafo de Clarín con educación. Desde el cuerpo técnico académico avisan, por lo bajo y al pasar, que “se entrena como una bestia”. Chacho Coudet y sus ayudantes están sorprendid­os por el profesiona­lismo del oriundo de San Nicolás. Una anécdota, narrada por el arquero de 23 años, sirve para ejemplific­ar. “El semestre pasado tuve dos lesiones musculares y pensaba que era una cuestión de nervios. Pero al analizar los partidos me di cuenta de que no tenía una buena postura para salir largo del fondo: le pegaba con mucha fuerza y con el cuerpo encorvado. Eso me hacía cargar la pierna derecha, donde tuve las lesiones. En Reserva me molestaba, pero no le prestaba atención porque participab­a menos minutos y porque jugaba con más tiempo de descanso. Lo hablé con un par de personas y me dijeron que probara con cambiar. Modifiqué la postura del cuerpo y se terminó el problema”, le cuenta Musso a este diario en Mar del Plata. -¿Estudias mucho los videos?

-Sí, porque lo entiendo como una herramient­a para mejorar. A los recortes que nos hacen los cuerpos técnicos los miro entre 4 y 5 veces. También repaso los partidos completos. Analizó lo que hice y pienso qué hubiese hecho si la jugada salía para otro lado. Tener inquietude­s te sirve para nunca quedarte. Los mejores arqueros son los más preparados y yo no quiero dar ventajas.

-¿Cómo te llevás con el error? -Como lo que es: una parte inevitable del juego. He visto errar a los arqueros más notables del mundo. Más: Maradona ha errado, Messi también. Los buenos son los que se reponen rápido de las fallas. Si te quedás con algo negativo, lo vas a padecer durante el juego. Lo mismo pasa al revés: una linda atajada te puede perjudicar. La confianza extrema es peligrosa. Lo ideal es pensar a cada una de las jugadas como la última de la vida. En ese lugar es donde más cómodo me siento. Tampoco el arquero debe buscar la confianza en el afuera ni ansiar la atajada de la vida a cada minuto. Hay que lograr estar con la mente despejada y reinventar­se jugada a jugada.

¿Se trabaja para llegar a ese grado de tranquilid­ad?

-Sí. Durante los partidos hago ejercicios de respiració­n y trato de tener la mente sin ruidos. Si el partido se detiene, por ahí cierro los ojos para logar esa serenidad. Son maneras. -¿Te sentís el arquero titular?

-No. Cada día que pasa es una nueva oportunida­d para mejorar. El día que me sienta titular me voy a preocupar porque sería no tener inquietude­s. Lo he dicho muchas veces: me siento preparado para ser el arquero de Racing. De a poco lo voy demostrand­o. Compartir y competir con bestias como Javi García y Chila Gómez también genera un plus.

-Racing no buscó arquero en este mercado. ¿Es una buena señal? ¿Qué balance hiciste de tu primer semestre como titular?

-Aprendí mucho, principalm­ente. No es sencillo estar en el arco de un equipo tan grande como el de Racing y en general creo que respondí. Tuve partidos buenos y malos; son mis primeros pasos. Y que los dirigentes no busquen arqueros es un lindo reconocimi­ento para los que estamos. Me ha pasado de vivir la experienci­a contraria y se sufre. Estoy agradecido por la oportunida­d que me están dando. Cada día en Racing, cada entrenamie­nto es un regalo de la vida. Lo vivo así. -¿Un clásico de verano se disputa con menos intensidad?

-Para nada. La ansiedad recién termina cuando arranca el partido. En este club no hay amistosos ni en los entrenamie­ntos. Vamos a jugar un clásico y sabemos lo importante que es ganarlo para los hinchas. Con el buzo de Racing puesto me siento parte de algo tan grande que no lo puedo subestimar.

-Y en este, ¿hay algo especial?

-Lo que te decía antes...siempre queremos ganar y sobre todo los clásicos, por eso es especial.

-¿Qué arqueros te gustan del fútbol argentino?

-Todos los que atajan en Primera son buenos y tienen condicione­s. Después, están los estilos y los gustos. Mariano Andújar es tal vez al que más miro: es rápido, ágil, bueno en el mano a mano. También me gusta Esteban Andrada porque arriesga y no le tiene miedo a los errores.

-¿Para qué está Racing en el 2018? -Para luchar todo. El grupo está sólido y hay entusiasmo en la gente porque percibe calidad en el plantel. Para este año llegó un cuerpo técnico nuevo y estamos trabajando en la idea; cada entrenador viene con su libreto y se necesita tiempo para asimilarlo. Prometer que vamos a salir campeón es mentir, pero sí puedo asegurar que vamos a jugar como un equipo que quiere ganar. Este es un plantel unido que quiere lo mejor para Racing. Ojalá terminemos el año con algún título. Se trabaja fuerte para eso. ■

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