Una pelea de dirigentes que salpica al handball argentino

El egipcio Moustafa quiere pruebas de los gastos por 1 millón de dólares de la Federación continental.

El Consejo de la Federación Internacional de Handball (FIH) suspendió a la Federación Panamericana de Handball (FPH) en una reunión realizada en Zagreb. La respuesta no tardó en llegar. “La FPH se ha convertido en la víctima de un dirigente que manipula para beneficio propio a una federación internacional”, afirmó en un comunicado el organismo continental. Lo que sería apenas una diferencia entre dos entidades adquiere una mayor relevancia para el deporte nacional porque la FPH es presidida por Mario Moccia, quien a su vez es el titular de la Confederación Argentina de Handball (CAH).

Cuando se habla de “un dirigente que manipula para beneficio propio a una federación internacional”, la referencia es hacia el egipcio Hassan Moustafa, quien urgió a la FPH -por la suspensión no podrá organizar torneos continentales y disponer de sus fondos- a presentar los documentos que prueben que se gastó de forma correcta 1 millón de dólares que le entró por patrocinio para el desarrollo del handball en el continente. Y además la acusó de violar el estatuto de la FIH al no invitarlo a él o a un representante a una asamblea del organismo que se hizo en octubre en Bogotá, en la que sus miembros rechazaron por unanimidad la división de la FPH dispuesta por la entidad madre del deporte.

Carlos Ferrea, tesorero de la FPH y a su vez vicepresidente de la CAH, le explicó a Clarín: “Ese millón del dólares, que entró hace unos años directamente a la FPH desde Qatar Airways por un contrato de patrocinio, se usó en parte para saldar una deuda de 200 mil dólares que teníamos con la FIH por un préstamo. El resto se utilizó para la realización de torneos continentales, cursos de capacitación para técnicos y árbitros y las reuniones del Comité Ejecutivo. Esos gastos fueron rendidos en cada congreso”. ■