Le dicen incompetente, mentiroso o faraón, pero junto a la crítica hay elogios
Escenario. Para los analistas Trump tuvo enormes traspiés pero también algunos éxitos, como la baja de impuestos.
Lo llaman “faraón”, “incompetente”, “mentiroso” y dicen que su primer año en la presidencia ha sido un reality show destinado a complacer a sus votantes. Y también a enfurecer a los progresistas que ven desaparecer el legado de Barack Obama, como se observa en las marchas que sacuden hoy a Washington y todo el país. Sin embargo, prestigiosos expertos en políticas públicas consultados por Clarín también reconocen que Donald Trump se ha anotado algunos éxitos como presidente en estos meses turbulentos y analizan lo mejor y lo peor del más controvertido jefe de la Casa Blanca.
Para Christopher Arterton, director de la Graduate School of Polítical Management de la George Washington University, “el mejor momento del presidente fue la aprobación del recorte de impuestos, un objetivo ampliamente perseguido por el establishment republicano. A esto se suma haber instalado a un conservador en la Corte Suprema (Neil Gorsuch)”.
Trump logró que el Congreso de mayoría republicana aprobara en diciembre una reforma impositiva integral que baja los gravámenes a las empresas de un 35% a 21%, y también a los sectores más acomodados y parte de la clase media. Esto disparó Wall Street,
que ya venía batiendo récords por el “buen clima de negocios” que dicen que genera el magnate. A raíz de este cambio, varias empresas como WalMart, Wells Fargo, Boeing y Southwest, entre otras, aumentaron el salario mínimo a sus empleados y les dieron un bono de 1.000 dólares. La reforma fue duramente criticada por los demócratas, que estiman que la “economía de derrame” no funciona en el largo plazo. Pero, al menos por ahora, generó gran entusiasmo en una gran masa de estadounidenses porque colocó dinero fresco en el bolsillo.
Para Arterton,“Trump termina su primer año en un nivel muy bajo por sus crudos comentarios sobre otros países de los cuales muchos están huyendo”. Se refería concretamente a cuando el presidente se preguntó por qué Estados Unidos tenía que aceptar ciudadanos provenientes de “países de mierda”.
“Pero sus peores momentos se produjeron durante la votación y el fallido esfuerzo sobre el Partido Republicano para derogar las reformas del Obamacare. Además, Trump se está comportando como un faraón egipcio, tratando de borrar cualquier recuerdo de su predecesor”, señala.
Lo que definió su gestión en este primer año, dice el analista, es que está tratando de convertir en leyes muchas de sus promesas de campaña. “Tiene poco conocimiento del nivel de complejidad que tienen estas polí-
ticas que prometió y, por ello, no le importa tanto hacerlas correctamente y al pie de la letra. En realidad, para él se trata de un gran espectáculo en el que quiere demostrar que está honrando los compromisos de su campaña”.
Para Robert Y. Shapiro, profesor de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia, “lo mejor para Trump y para los republicanos fue la legislación de la reforma tributaria, también la designación del juez en el Tribunal Supremo como otros nombramientos judiciales federales; sus órdenes ejecutivas sobre desregulación; el fortalecimiento de la seguridad fronteriza por parte de su administración; la mejora de la economía y el mercado bursátil en alza; el final del Tratado TransPacífico y el fin del acuerdo climático internacional”.
Para el experto de Columbia, lo que definió la gestión de Trump este primer año fue “su completa incompetencia personal, su comportamiento despreciable y las mentiras permanentes. Sus decisiones de delegar a otros y luego culparlos si no está de acuerdo con los resultados, como la reciente propuesta de seguridad bipartidista DACA (la legislación sobre los hijos de inmigrantes que llegaron de pequeños a EE.UU.) y de inmigración que él rechazó”.
Lo peor –asegura Shapiro-- ha sido “su comportamiento personal escandaloso y el uso de Twitter”. ■