Sebastián Estevanez volvió a dar pelea
Desde esta semana, la tira de Telefe empezará a mostrar cambios. Y su personaje se animó a regresar al ring.
De boxeador a enfermero y de nuevo a boxeador. Ese es el derrotero de Rafael Farías, el personaje que interpreta Sebastián Estevanez en Golpe al corazón (a las 23.15, por Telefe). En un momento neurálgico de la historia y con el romance a pleno entre él y la doctora Marcela Ríos (Eleonora Wexler), la trama tendrá esta semana un giro, con varias vueltas de tuerca y la incorporación de algunos personajes nuevos, para complicar todo.
A esta altura de la ficción, Farías (que dejó de boxear nueve años atrás por el trauma de no haber llegado a tiempo a salvar a su mujer, por lo que decidió ser enfermero) se animó a regresar al boxeo. A pesar de la resistencia de casi todos sus afectos cercanos, participó anoche en una pelea a beneficio de la clínica en la que trabaja y así recaudar fondos que impidan su cierre. Su oponente en el ring fue Sergio “Maravilla” Martínez, interpretándose a sí mismo.
“Regreso con todo al boxeo”, dice Estevanez sobre su personaje y sobre él mismo, que es un fanático de esa disciplina. “El boxeo me encanta, es una pasión que tengo desde chico. Me crié en Boedo al 200, a pocas cuadras de la Federación Argentina de Boxeo, en pleno Almagro, y siempre iba ahí a practicar”, recuerda. En su entusiasmo por el ring, el actor tuvo oportunidad de “hacer guantes” con “Látigo” Coggi, “Roña” Castro, Sergio Víctor Palma y la “Hiena” Barrios.
“Poder hacer estas escenas con ‘Maravilla’ Martínez es un sueño hecho realidad. Fueron tres días de grabación de las distintas escenas y la pasamos genial. Después lo celebramos con un asado en casa”, cuenta. A Martínez también lo entusiasmó combinar su profesión con la actuación, una materia pendiente.”Salió todo bárbaro porque él está acostumbrado a las cámaras”, asegura Estevanez.
Cultor del ejercicio físico, Estevanez cuenta que entrena habitualmente haciendo prácticas de boxeo como complemento de otros ejercicios. “Por suerte, si no estuviera en forma, no podría haber grabado estas escenas. Es una disciplina muy exigente”, asegura, habituado a calzarse los guantes y pegarle al “punching ball”. Con esta bisagra de la pelea en la ficción, la historia de amor entre Farías y Ríos se empezará a complicar. “Hasta ahora, la historia de amor venía muy idílica, pero hay algo que se empieza a interponer entre ellos”, adelanta.
Como todo culebrón que se precie, la felicidad de la pareja todavía se hace esperar y la incorporación de Fabián Vena e Inés Palumbo, entre otros nombres que se suman en esta etapa, serán parte de los obstáculos para el romance y le sumarán dramatismo e intriga.
“Estoy muy contento, a la novela le va muy bien, a la gente le gusta y seguimos grabando hasta fines de febrero”, dice Estevanez. Aunque la historia seguirá en pantalla hasta mayo, seguramente. Y desafía: “A partir de ahora empieza lo más jugoso, empieza a pasar de todo con todos los personajes”. ■