Piden limitar el valor de pases y salarios en el fútbol europeo
Especial para Clarín
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, una institución que integran representantes de todos los países del continente, pidió que se limiten por ley los salarios que cobran los futbolistas de elite y los montos que pagan los clubes de fútbol por hacerse con sus servicios. En un informe aprobado ayer, el Consejo de Europa -no relacionado con la Unión Europea- pide a la FIFA y la UEFA que acepten crear una mesa de trabajo para “discutir del fair-play financiero, las limitaciones de las sumas por los traspasos y un techo salarial para los jugadores”.
El Consejo de Europa es encargado de velar por los derechos humanos y las libertades civiles en todos los países europeos. Pertenecen a él los 28 miembros de la UE y también países como Suiza, Rusia o Turquía. Sus trabajos suelen centrarse en la vigilancia del respeto a los DD.HH. y su implicación en el mundo del fútbol es inédita. De todas maneras, es meramente propositiva porque no tiene poderes para obligar a UEFA y FIFA.
El texto también impulsa que en esa mesa de trabajo se estudien asuntos como la propiedad de los futbolistas, sus transfers entre clubes y el papel que juegan los cuestionados agentes e intermediarios.
Anne Brasseur, redactora del informe y ex ministra de Deportes de Luxemburgo, dijo tras la aprobación del texto, según un cable de la agencia EFE, que futbolistas como Lionel Mes- si, Cristiano Ronaldo o Neymar Jr. “son jugadores excepcionales, pero sus salarios son desproporcionados y están fuera de la realidad si los comparamos con otros”. Brasseur considera que “muy poco dinero perjudica al fútbol, demasiado lo mata”.
El escrito aprobado por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa pide también que se cree un observatorio independiente para “evaluar la gestión de los organismos de fútbol, poniendo el acento en la ética y la integridad de las elecciones”, una alusión a los casos de corrupción que han manchado a las dos máximas entidades en los últimos años.
Para relacionar el fútbol profesional con la actividad del Consejo de Europa, Brasseur dijo que aunque no quieren “interferir en la autonomía del deporte, los criterios éticos se tienen que basar en los derechos humanos” para evitar “los vínculos poco sa- nos entre deporte, negocios y política”. El informe también apunta al modelo de gobierno de la FIFA y señala sus zonas de sombra y su concepción de la ética. Brasseur reconoce que hay una “separación clara entre las funciones estratégica y ejecutiva” en la gestión de la FIFA, pero que “el control ejercido por el presidente (el suizo Gianni Infantino, antiguo número dos en UEFA del francés Michel Platini) sobre el conjunto de las actividades de la FIFA, incluyendo las funciones de gestión, parece tan fuerte como bajo el liderazgo precedente”, otra referencia a la corrupción de los tiempos de Joseph Blatter, entre 1998 y 2015.
Brasseur señala también la elección de Qatar como sede del Mundial 2022. Asegura que la FIFA debe “actuar rápidamente para aclarar las últimas atribuciones de Copas del Mundo, sobre todo la que concierne a Qatar 2022, que parece rodeada de irregularidades”. ■