“Hay cosas que hago en serio, pero la gente se ríe”
El español comienza hoy un unipersonal en el Teatro Regio, con canciones y animaciones en 3 D.
Hombre de pocas palabras, el catalán Albert Plá vuelve a Buenos Aires para estrenar Miedo, su unipersonal. Aquí actúa, canta y rasguea la guitarra acompañado de una puesta multimedia asentada en video mapping, un chiche de proyecciones y animación 3 D pensado, esta vez, para el escenario del teatro Regio. “Hay 386 miedos detallados en canciones -dice-. Los más famosos son el terror a la muerte, por eso casi que ni lo tocamos porque es algo que realmente asusta. Y el más suave de todos es el temor a los espacios amarillos con puntitos violeta”. De un modo que roza la ingenuidad, por momentos la torpeza, toda esa caterva de miedos y terrores son llevados por Plá hacia la ironía y el humor.
Es la primera vez que estrena en Buenos Aires una obra “la iniciativa salió de aquí, nos propusieron debutar y aceptamos porque eso no cambia nada de lo que hacemos habitualmente en Barcelona o en Madrid”. Su ultima visita fue junto al vasco Fermín Muguruza en Guerra, un show mezcla de recital y teatro interactivo, que también incorporaba proyecciones en 3D.
“En Miedo estoy solo, acompañado únicamente por videos. Es muy simple la propuesta sólo cuento me da miedo esto, me asusta aquello. Y todo eso se va ilustrando con canciones o con textos. Podría ser un concierto- teatro, pero hace tiempo que me alejé de esas palabras. Canto, hago un poco de teatro y hay muchas proyecciones. No me interesa encasillarme en nada. En todo caso, esto es un recital teatralizado multimierda.”
En el concepto sonoro y las composiciones participó el músico, Raúl Fernández Miró. Y en lo visual se incorporó el grupo de artistas argentinos, Mondongo. “No esperaba tener el lujo de echarle mano a su material y destrozarlo de esta manera - dice-. Me gusta intercambiar el trabajo de Mondongo con la tecnología que usamos en el escenario. Es como si te pusieran una orquesta con la que puedes jugar de muchas maneras, y varias de ellas muy novedosas.”
Como cantautor, el catalán compuso para películas de Pedro Almodovar y Alex de la Iglesia ( Sufre como yo, en Carne trémula; y El día de la bestia). Cuenta que llegó al teatro en el año ‘95 porque “como toco bastante mal la guitarra he aprovechado otras cuestiones como el gesto - dice-. Cuando ensayo si me ocurre algo y me río, acostumbro a dejarlo. También hay cosas que hago muy en serio, pero la gente de todos modos se me ríe en la cara. Así que todavía no sé demasiado bien por dónde va todo eso de la gracia. Soy un actor comediante, voy de ciudad en ciudad soltando mi rollo”. También tuvo recientemente una fugaz aparición como novelista con un texto titulado España de mierda, sobre el recorrido y las miserias de un músico uruguayo y su manager por varias ciudades españolas. “Hay gente a la que admiro y me gustaría seguir, sobre todo, en sus formas de trabajo. Uno de ellos es Leo Masliah. Me gusta tomarlo como referente”.
Plá vive en las afueras de Girona con sus hijos y dice que de ahí, salvo para hacer funciones y giras, no le gusta moverse. Hace poco grabó un disco de canciones en catalán para niños, público al que respeta mucho. “Me gusta mucho hacerlo, actúo con normalidad frente ellos, más bien cuando estoy frente a los adultos que me comporto de una forma rara. Con Miedo, con música original de Albert Plá y Raúl Fernández Miró, diseño de arte del grupo argentino Mondongo, audiovisuales de Nueveojos y dirección de Pepe Miravete. se presentará de jueves a sábados a las 21; y los domingos, a las 20.30. En el teatro Regio del Complejo Teatral de Buenos Aires, Av. Córdoba 6056. Entradas $ 250. los niños todo se da de una manera más normal.”
Aunque reivindica su pertenencia catalana, con respecto al reciente intento de independencia, le cuesta decir algo y profundizar. “No puedo hablar demasiado, porque cada vez que digo algo en público termino adelante de un juez. Lo único que pienso es que si fuera español, me haría catalán. No apoyé la independencia, y eso no quita que piense que el gobierno de España se comporta siempre como un cerdo. Finalmente, a mí no me quieren en ningún lado.” ■