La inflación golpea más a los que menos tienen
La inflación golpea a todos, pero más a los más pobres. En diciembre, en Capital y el Gran Buenos Aires -la región más poblada del país y donde hay medición del INDEC- el costo de la llamada “canasta básica de pobreza” aumentó el 4,1% frente a una inflación promedio del 3,1%. Y el año pasado cerró con un incremento de la línea de pobreza del 26,8%, frente a suba promedio de los precios minoristas del 25%.
El aumento del 4,1% de diciembre fue el mayor de los todos los restantes meses del año pasado. Así una familia tipo (matrimonio y dos hijos menores) de Capital y el Conurbano necesitó el mes pasado $ 16.677,44 o más para no caer debajo de la línea de pobreza. Son $ 3.521,61 más que en diciembre de 2016.
Los precios de la canasta básica de alimentos subieron menos: 21,7%. Pero por el impacto de los ajustes tarifarios en los servicios básicos, el resto de los gastos de la canasta básica subieron mucho más, llevando la suba total por encima del promedio inflacionario tanto del mes como del año pasado.
En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires, y según la medición de la Dirección de Estadística porteña, la canasta básica de pobreza para “una pareja compuesta por una mujer y un varón de 35 años de edad, ambos eco- nómicamente activos y propietarios de la vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años” fue en diciembre de 16.847,24 pesos, un alza anual del 23,5%.
Pero en el caso de una pareja que no es propietaria de la vivienda, la suba de la canasta de pobreza ascendió al 25,9%. Por su parte, para alcanzar la canasta total promedio, una familia tipo hubiera necesitado en diciembre tener ingresos por $ 21.525,88.
Estos nuevos datos sobre la canasta que se toma como parámetro para medir la pobreza se conocen justo cuando el presidente Mauricio Macri reafirmó en su gira europea, como flamante titular del G20, que el objetivo central del Gobierno sigue siendo crecer económicamente para bajar la pobreza.
“Cada día tomamos decisiones que nos importan a nuestro objetivo principal, que es reducir la pobreza. Los ingresos y los salarios se han recuperado y la red de seguridad social se ha ampliado”, dijo el Presidente en el Foro Económico de Davos.
El último dato oficial de pobreza se conoció en septiembre, correspondiente al primer semestre del año pasado, y dio que un 28,6% de la población sufre este flagelo. Significó una fuerte baja en un año, casi 4 puntos. En septiembre de 2016, el Indec había informado oficialmente un 32,2% de pobreza entre los argentinos.
Pero más allá del notorio cambio respecto al kirchnerismo, que directamente había dejado de informar la pobreza, en estos meses volvió a reavivarse el debate sobre la calidad de las mediciones. La Universidad Católica Argentina, cuyos parámetros sobre la situación social resultaron los más confiables por la falta de cifras oficiales con Cristina, cambió la metodología y semanas atrás informó que, según estos nuevas variables, el porcentaje de pobreza es de 31,4%. Aunque aclaró que con los parámetros anteriores, la cifra mostraría un descenso en el último año.
En paralelo, como adelantó Clarín, el Gobierno también trabaja en una nueva medición para 2019. ■