Melania, lejos de su marido: resurgen los rumores de crisis matrimonial en la Casa Blanca
Distancia. La primera dama de EE.UU. dejó a Donald Trump solo en Davos y se fue a la mansión que tienen en Florida.
La primera dama estadounidense Melania Trump no tuvo un buen comienzo de año. Empezó con impulso y tres nuevos colaboradores, pero poco después sufrió dos duros golpes: la noticia sobre el presunto “affaire” del presidente Donald Trump con una actriz porno en 2006 y la supuesta infidelidad actual con la directora de comunicacionesde la Casa Blanca, Hope Hicks.
Se esperaba que Melania viajara al Foro Económico Mundial en Davos junto al presidente, pero a último momento decidió no ir y realizar actividades por su cuenta. Sin haberlo anunciado públicamente, el jueves visitó el Museo del Holocausto en Washington. Luego escribió en Twitter, algo que no hace a menudo, para relatar su recorrido. Las imágenes la mostraban encendiendo una vela y junto a una acompañante en la conmovedora sala con imágenes de judíos asesinados.
Por la tarde, los medios estadounidenses dieron como urgente que la primera dama se había ido en avión a Florida, sola. La CNN confirmó el aterrizaje en West Palm Beach. La pren- sa se llenó de especulaciones acerca de por qué Melania decidió irse al soleado sur, donde se encuentra la residencia de descanso de Trump Mara-Lago, en vez de esperar la vuelta del mandatario en la Casa Blanca. ¿Hay crisis en la pareja presidencial?
La revista de “celebrities” Intouch publicó hace unos días a toda página una entrevista de 2011 con Stephanie Clifford, conocida como “Stormy Daniels” en el mundo del porno, en la que aseguraba haber tenido una relación con Donald Trump en 2006, un año después de su boda con Melania.
El Wall Street Journal, un diario nada amarillista, aseguró que el magnate le pagó 130.000 dólares para que la actriz no hiciera público el affaire. El abogado personal del mandatario, Michael Cohen, le habría entregado el dinero en octubre de 2016, en plena campaña para las elecciones de noviembre de ese año.
Real o no, la historia fue tema incluso durante la visita del vicepresidente estadounidense a Israel. Mike Pence, un cristiano muy religioso, posiblemente no haya hablado de estos temas muy a menudo en su vida, pero esta vez lo hizo, asegurando desde Jerusalén que todo era mentira.
Además de los rumores sobre las supuestas relaciones sexuales con “Stormy Daniels” en un hotel de Trump en el idílico lago Tahoe, surgió otro que asegura que hay algo entre el presidente y su directora de Comunicaciones, Hope Hicks. No es algo nuevo, pues Michael Wolff menciona las especulaciones en su libro “Fire and Fury”, que hace pocas semanas desató la ira de Trump pues lo muestra como un presidente impredecible, casi un chico caprichoso en la Casa Blanca. Y, y probablemente pensando que no habían tenido la suficiente repercusión, el autor las repitió en todas las entrevistas hasta que los medios se hicieron eco.
Fue curiosa la rapidez con que se apuntó contra Hicks pese a que nadie ha hablado con ella, ya que no da entrevistas. Su aspecto fue muy comentado, con expresiones como que es “radiante”, “arrebatadora” o tiene “un cabello increíble”. Su tarea como directora de Comunicaciones, sobre la que poco se sabe, no desempeña ningún papel en las noticias.
¿Y Melania? Ya antes de los rumores actuales se decía que la pareja duerme en habitaciones separadas. Sobre su 13° aniversario de bodas, es- te lunes, no hubo ni una palabra. En uno de sus escasos tuits, con motivo del primer año de la llegada al poder del presidente el 20 de enero, Melania no menciona a su marido y la foto la muestra del brazo de un escolta en uniforme. Ni rastro de Trump.
La primera dama canceló su viaje a Davos alegando problemas de agenda, pero ésta no puede estar muy cargada teniendo en cuenta que a diferencia de su antecesora, Michelle Obama, no suele tener tantas apariciones públicas. Su protagonismo sigue siendo de bajo perfil y a veces extrañamente silencioso. Desde el 12 de enero, el mismo día en que se conoció la historia sobre el presunto pago a la actriz porno, no había hecho ninguna declaración pública.
En la noche del jueves, The New York Post salió en defensa de la “First Lady”. Sí, es cierto que asume su papel de manera diferente. Pero Melania Trump demostró que no le debe nada a nadie. “Una mujer no tiene por qué abandonar su propia vida para servir a las ambiciones de su marido”, opinó el periódico. Con su comportamiento Melania lo deja muy claro y otras mujeres deberían estar orgullosas, añadió. ■