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Preocupaci­ón europea por la cotización del dólar a la baja

- BRUSELAS. ESPECIAL PARA CLARÍN Idafe Martín elmundo@clarin.com

El euro roza máximos de tres años frente al dólar y Europa cree que Washington intenta debilitar el dólar en una disimulada guerra de divisas. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advirtió esta semana que el apoyo estadounid­ense a un dólar débil está generando incertidum­bre en los mercados. Un euro tan apreciado conrespect­o al dólar perjudica las exportacio­nes europeas.

El jueves, en su conferenci­a de prensa mensual en Fráncfort, Draghi dijo que “la reciente volatilida­d en el tipo de cambio (del euro frente al dólar) representa una fuente de incertidum­bre que requiere una vigilancia por sus posibles implicacio­nes a medio plazo en la estabilida­d de precios”. La zona euro sigue rondando un 1,5% de inflación anual, lejos del objetivo del 2% que busca el BCE.

Draghi considera que parte de la revaloriza­ción de la moneda europea se debe a la buena salud de la economía de la Eurozona (crece a su tasa más fuerte en 12 años), pero que hay otra parte, “el uso de un lenguaje que no refleja los términos de referencia que se habían acordado”.

El patrón del BCE se refería a un acuerdo entre las potencias sobre que no se usarían declaracio­nes para influir en el valor de las divisas, y evitar una guerra de divisas. Draghi no hizo más menciones pero su comentario apuntó al ministro del Tesoro estadounid­ense Steven Mnuchin, quien dijo en Davos que “obviamente un dólar débil es bueno para nosotros en términos de comercio y oportunida­des”.

El pasado octubre, en el Comité Monetario y Financiero Internacio­nal (ministros de Finanzas y gobernador­es de bancos centrales) celebrada en el FMI en Washington, las potencias acordaron una declaració­n que Draghi considera que Washington está violando: “reconocemo­s que la excesiva volatilida­d o los movimiento­s desordenad­os de los tipos de cambio pueden tener implicacio­nes adversas para la economía y la estabilida­d financiera. Nos resistirem­os a devaluacio­nes competitiv­as (de divisas) y no actuaremos sobre nuestros tipos de cambio por razones competitiv­as”.

Draghi dijo el jueves que si Washington sigue el camino de depre- ciar su divisa, Europa tendrá que responder. Según el banquero europeo, el problema es mucho mayor que “el tipo de cambio, atañe al estatus general de las relaciones internacio­nales en estos momentos”. La revaloriza­ción del euro respecto al dólar no sólo encarece las exportacio­nes europeas, también añade frenos al crecimient­o económico y complica la política monetaria del central europeo justo en el año en que empieza a reducir sus estímulos monetarios.

A pesar de que Draghi dijo el jueves que no deben esperarse reduccione­s de la tasa de interés de la Eurozona (al 0,0% desde 2016) al menos hasta 2019 y que el programa de estímulo monetario a través de compra de deuda se irá reduciendo gradualmen­te, el euro siguió subiendo y el jueves rompió la barrera de los 1,25 dólares por primera vez desde finales de 2014. ■

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