Banfield festejó en la última jugada
Tigre, con el debut como DT del Lobo Ledesma, jugó mejor. Le faltó definición. Y se lo ganaron en una contra.
Luego de haber dominado casi todo el partido, Tigre se quedó con las manos vacías. Un penal sobre la hora le arruinó el debut como técnico a Cristian Ledesma y, en cambio, le dio tres puntos vitales para pelear la zona de Copas a Banfield, que tuvo a Julio Falcioni, ya recuperado de la operación a la que se sometió en diciembre pasado, viendo el partido en la tribuna visitante.
Como carta de presentación, el Lobo Ledesma le imprimió paciencia y pelota al piso a este Tigre modelo 2018, que comenzó golpeando en los primeros minutos con dos cabezazos: primero de Janson y luego de Canuto, ambos controlados por Arboleda. El local tuvo como abanderado a Prediger, quien manejó los hilos del mediocampo, secundado por el extremo derecho Bolaño, juvenil debutante que aportó garra y gambeta y fue ovacionado en cada intervención. La apertura del marcador fue por medio del Chino Luna, quien fabricó un penal que compró Néstor Pitana y lo cambió por gol.
Con la ventaja, Tigre siguió manejando la pelota pero una aparición del tridente de Banfield -centro de Bertolo, asistencia de Mouche a Cvitanich y gol- puso las acciones 1 a 1. A pesar del baldazo de agua fría, el Matador no se amilanó y siguió manejando la pelota con paciencia.
En la segunda etapa el desarrollo del partido fue el mismo, pero el resultado pudo haber sido otro. Un remate de Pérez García con Arboleda ya vencido por obra de Janson pudo haber sido el 2-1 para el equipo de Ledesma, pero el remate astilló el palo. Sobre el final, el local acorraló al Taladro en su arco pero una desatención en el medio hizo que se filtrara un pase para Bertolo que, en un intento de gambetear a Crivelli, fue derribado y esta vez Pitana acertó en marcar la pena máxima. Cvitanich no falló y Banfield se fue contento al Sur. Tigre fue superior y jugando como los primeros 45 minutos, tiene futuro de ganar más de lo que puede llegar a perder. Pero el trago amargo de caer en el final no se lo quita nadie.
De esta manera, el equipo del Emperador Julio César Falcioni se metió en la lucha por ingresar definitivamente a la zona de copas internacionales, mientras que Tigre no levanta cabeza y se hunde, no sólo en la tabla de posiciones sino también en la tabla de los promedios.