El temor de un aumento de las tasas provoca una fuerte caída en Wall Street
El índice Dow Jones se derrumbó un 4,6%, el mayor desplome desde 2011. Los inversores temen que, por la baja inflación, EE.UU. suba el costo del dinero. Impacto en países con deudas.
El índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York cayó ayer 4,6%, el mayor porcentaje desde 2011. Medido en puntos es el desplome más fuerte de toda la historia de ese marcador bursátil. La baja inflación actual de Estados Unidos puede provocar un aumento de los tipos de interés, lo que encare- cería el costo del dinero. Para los países endeudados, como la Argentina, esto implica pagar intereses más altos para cancelar su deuda.
En un derrumbe que repercutió en casi todos los mercados, Wall Street cerró ayer con fuertes pérdidas y el Dow Jones, el índice de empresas industriales mas importante de la Bolsa de Nueva York, cayó un 4,62%, el peor desplome desde 2011.
El temor de los inversores se explica, según los analistas, en la idea de que la baja inflación de la principal economía del planeta (2,1% en 2017) lleve a una suba de las tasas de interés, lo que encarecerá el costo del dinero. Este alza afectará a las empresas y países, como la Argentina, que deben cancelar fuertes deudas.
A nadie resultó extraño, por tanto, que la caída se produjera el mismo día en que Jerome Powell asumía la presidencia de la Reserva Federal (FED), el banco central de los Estados Unidos. En la última reunión con Janet Yellen, su anterior jefa, la institución había anunciado que no subiría los tipos. Las tasas están en una banda entre el 1,25% y el 1,5% desde diciembre, tras decidirse tres incrementos en 2017. El temor es que este año puedan ser un cuarto más.
En ese sentido, los inversores temen que Powell cambie de curso y decida un alza más agresiva de los tipos de interés. El viernes pasado, Wall Street había caído 2,54% por el mismo temor. En solo dos días borró todas las ganancias acumuladas desde inicios del año. El índice S&P 500 perdió ayer un 4,1% en una jornada frenética y el Nasdaq lo hizo un 3,8%.
Los expertos señalaron que la caída del Dow Jones medida en puntos fue de casi 1.200 unidades, la mayor en la historia del índice. Sin embargo, pese a la volatilidad extrema vivida durante la última hora de negociación, los actores del mercado aseguraron que el sistema funcionó correctamente.
Anoche, la Casa Blanca aseguró que “los mercados fluctúan a corto plazo” y subrayó que los “fundamentos de la economía son excepcionalmente fuertes”, según la frase usada por la portavoz presidencial, en un intento por enviar un mensaje de calma a los mercados tras una jornada caótica. La vocera del presidente Donald Trump citó “el fortalecimiento del crecimiento económico de Estados Unidos, la tasa de desempleo históricamente baja y los salarios de los trabajadores en aumento”.
Desde que asumió el poder, Trump ha reiterado día a día que los aumentos de la bolsa son prueba de que su gobierno va por el buen camino. Y la caída de ayer se produce, justamente, tras un crecimiento sostenido de los valores de las acciones. Los analistas estiman que los recientes recortes de impuestos propuestos por el presidente y las reformas desregu- latorias impulsarán aún más a la economía.
Es justamente esa solidez lo que crea problemas ahora a los inversores, porque puede elevar los riesgos inflacionistas y obligar a la Reserva Federal a retirar los estímulos más rápido de lo previsto.
Otro analistas sostuvieron, asimismo, que la caída del Dow Jones ayer responde a la llamada “toma de ganancias” luego de un enero que dejó al índice con ganancias históricas de unos 6,5%, lo que representó la mejor performance de enero desde 1959.
La abrupta caída del Dow Jones arrastró a otras bolsas en el mundo. Aunque las europeas cerraron con bajas de entre 1 y 1,5%, la bolsa de Tokio cedía más del 4% en la apertura del martes, siguiendo la estela de Wall Street. Al cierre de esta edición, el índice Nikkei caía en un 4,10% hasta los 21.752,41 puntos
En Buenos Aires, el índice Merval de las acciones de las empresas líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio cerró con un desplome del 4,42 %, hasta los 31.174,16 puntos. La jornada de hoy de la bolsa porteña representa un derrumbe de 11,26% en las últimas
Las tasas están en una banda entre el 1,25 y el 1,5% desde diciembre, tras tres subas en 2017.
tres ruedas.
El golpe de ayer, con casi 1200 puntos menos, deja en casi una anécdota los 508 puntos que perdió el Dow Jones en el fatídico Lunes Negro, en octubre de 1987. Pero entonces el daño fue mucho mayor para el índice, porque las acciones de las empresas perdieron entonces más de un 22% de su valor. Ayer, la pérdida fue de 4,62 por ciento.
Con todo, la tensión de la última semana es comparable a la que se vivió en 2016 cuando Reino Unidos decidió abandonar la Unión Europea y antes, en agosto de 2011, cuando la crisis de la deuda soberana azotó a los bancos europeos. Pero especialmente recuerda a los momentos que se vivieron durante la crisis financiera de 2007 y 2008 tras la caída de la banca de Lehman Brothers.
Los mercados arrancaron el año 2018 con fuerza, tras la entrada en vigor de la reforma fiscal promovida por Trump. Pero los inversores empezaron a mirar con nerviosismo el mercado de bonos. Los datos que llegan del mercado laboral muestran que los salarios empiezan a repuntar y eso podría empezar a alimentar la inflación. Bajo ese escenario, según estiman muchos analistas, la FED no tendría más remedio que subir los tipos de interés para evitar que se recaliente la economía. Pero debe pisar el freno de los estímulos sin provocar una recesión. ■