En inédita operación, Francia “presta” un preso a la justicia belga
Traslado. Salah Abdeslam está detenido en Francia. Y será llevado todos los días al tribunal de Bruselas.
En una noche glacial y bajo un operativo tan secreto como sofisticado, Salah Abdeslam, el único sobreviviente de los protagonistas de los atentados de París, fue trasladado en plena madrugada de ayer desde una cárcel de alta seguridad francesa a Bruselas para ser juzgado por la justicia por terrorismo. Pero cada noche, al final de la audiencia, deberá regresar a la prisión francesa de Vendin Le Viel, en Pas de Calais, a 130 kilómetros de la capital belga, para dormir en una celda de alta seguridad.
Tras el primer día del juicio volvió a Francia desde Bruselas en helicóptero. Pero las autoridades se niegan a reconocer cuáles serán los medios que utilizarán para trasladarlo durante los cuatro días de audiencia, que han sido postergadas por dos días hasta la preparación de su defensa con su abogado, Sven Mary. El secreto es porque temen un atentado, un intento de fuga o de secuestro a lo largo de ese camino.
El sospechoso más custodiado de Francia, que se ha negado a pronunciar una palabra en su proceso en París, salió a las 3.30 de la mañana de la prisión de FleuryMérogis, donde está oficialmente alojado en Essone. Un convoy de vehículos, con los gendarmes de élite del grupo de Intervención (GIGN) a la cabeza, partió con él. Un segundo grupo de tres vehículos salió de la cárcel, donde el prisionero vive en aislamiento en una celda de 9 metros. A las 4. 10 partieron tres vehículos sin escolta. Un helicóptero sobrevolaba el convoy de traslado.
Las masivas medidas de seguridad sostienen este proceso singular, donde Francia ha “prestado” al terrorista a la justicia belga. Francia quiere que Salah Abdeslam declare en el proceso ante la justicia francesa y trata de mantenerlo con vida, sin que se suicide ni que el aislamiento lo vuelva loco en la cárcel.
Una cámara lo vigila las 24 horas. Por eso los jueces han concedido levantar el plexiglás negro, que cubre la ventana de su celda. También, los magistrados han permitido que tenga contacto físico con la madre y el hermano, que lo visitan en la cárcel dos veces al mes e intentan convencerlo de que rompa su silencio. Brahim, otro de sus hermanos, fue uno de los terroristas que se hizo explotar en el Comptoir Voltaire la noche de los atentados en Paris.
Salah Abdeslam es un francés de origen marroquí, que creció en Molenbeek, el barrio de inmigrantes de Bruselas. Y será juzgado en Bélgica por el tiroteo en la rue de Dries en Forest. Este fue uno de los episodios fundamentales en la búsqueda del grupo terrorista que atacó en el centro de París y el Stade de France en noviembre del 2015.
Un protocolo se firmó entre Francia y Bélgica para este préstamo inusual entre las dos justicias. Ambos países están interesados en preservar a un testigo y protagonista fundamental en la organización que llevó a los atentados en Bruselas y París. La prisión de Vendin Le Vieil, donde dormirá Abdeslam, aloja a los detenidos más radicalizados de toda Francia.
El proceso en Francia, con la intervención de seis jueces y 225 tomos de declaraciones y procedimientos, se espera que comience para la primavera del 2019. ■