La novia del baterista: “Lo atacaron con saña y murió en mis brazos”
Dice que mientras Juan Ledesma agonizaba y ella pedía ayuda, los agresores volvieron para patearlo en el piso.
“Primero el grandote le dio una puñalada y, con las tres mujeres, lo tiraron al piso. En el suelo el hombre le clavó la navaja dos veces más. Yo desesperada, intenté sacarlo de encima. Le di un mochilazo a ese hijo de puta y entonces las minas y el tipo me pegaron a mí”. Carla Gómez Bragatto, novia del baterista de Superuva asesinado el domingo a la salida de un recital en un bar de Quilmes, habla y llora desconsolada. Cuenta que después llamó al 911, pero que no llegaban ni la ambulancia ni la Policía. Gritó “auxilio”, pero nadie se acercó. Entonces, arrastró a Juan Manuel Ledesma (38) hasta la esquina, donde tenían su auto. “Lo dejé un segundo para buscar ayuda y, en ese momento, volvieron las tres mujeres y siguieron golpeando a Juan. Tenía mucha sangre y les supliqué que pararan, que se me estaba muriendo. Lo tapé con mi cuerpo. Pero siguieron, con saña. Llegué a subirlo al auto y llevarlo al hospital. Le pedía que se quedara, pero no resistió: murió en mis brazos”, cuenta entre lágrimas.
Acepta hablar con Clarín porque dice que quiere justicia. “Mi amor, mi vida, no puede ser. Él estaba tan feliz. Esa noche lo besé y le dije que había tocado hermoso, como siempre”, suma Carla, que estaba en pareja con Juan desde hace 11 años. Se quedaron tomando algo en camarines después del show de Superuva hasta que el dueño de Don Pedro, en Quilmes, les dijo que ya iban a cerrar. Eso fue cerca de las 5 de la mañana.
“Faltaban unos fierros de la batería, que estaban en otro auto. Juan los fue a buscar. Cuando me acerqué a ayudarlo lo vi con el cantante (Checha) y el violero (Tommy). Se estaban sacando una foto con unos fanáticos. En eso, de la nada, les tiraron un botellazo”, relata. “Nos dimos vuelta to- dos y vimos a este animal, que le dice a Checha que cagó a las bandas (que tocaron de soporte), que les devuelva la plata. Nosotros no entendíamos, le pedíamos que se calmara”, sigue Carla en referencia al agresor que se llama Cristian Ariel Genez (41) alias “el Largo” y que al cierre de esta edición permanecía prófugo.
El hombre estaba muy alterado, se acercó a pegarle al cantante, todos se fueron para atrás hasta que sacó la navaja y la abrió. “Juan se metió a ayudarlo. Yo lo agarré de atrás, de la mochila, para frenarlo. Pero avanzó”, dice Carla. Lo que viene es llanto y más llanto. Vuelven las imágenes de las puñaladas, de su novio tirado en el piso con cuatro personas encima, de ella intentando sacarlo.
“Estaba sola, Juan todavía hablaba. Me llegó a decir que le habían sacado el hombro de lugar y que lo habían ‘pinchado’. Después lo arrastré hasta el auto. Pero cuando quise buscar a alguien para que me ayudara a subirlo, volvieron las mujeres. De una me acuerdo bien: era gorda, tenía tatuajes y un top negro. Las tres estaban decididas a matar. Él tenía mucha sangre. Me tiré encima para cubrirlo de las patadas. Pero siguieron”. Carla lo pone en palabras y se vuelve a angustiar: “Me sentí muy impotente”.
Al final, apareció, también golpeado por el mismo grupo, el hermano de Juan, que había ido a verlo esa noche y la ayudó a meterlo al auto. Casi en simultáneo, arribó el patrullero que liberó el camino. “Llegamos a llevarlo al Hospital Iriarte, ahí nos dijeron que había fallecido. Él murió en mis brazos”, agrega Carla.
Juan vivía con sus padres y sus hermanos en Quilmes Oeste, era hincha de River y tatuador. Siempre fue fanático de la banda de punk rock Superuva, de la que terminó formando parte.
“Hace dos años lo convocaron como baterista. Estaba cumpliendo su sueño. Iba feliz a tocar y yo lo acompañaba a todos lados. No se metía con nadie y evitaba el conflicto: en los recitales se alejaba de los pogos. No puedo creer que le quitaron la vida así”, cierra Carla que pide Justicia y que “agarren ya a los responsables” del brutal crimen de su novio.