Una estatua escondida y un santuario que renovaron el barrio
EL SANTO DE LAS CAUSAS URGENTES La parroquia de Bartolomé Mitre y Azcuénaga rinde culto a una virgen: la de Valvanera, por el nombre de un valle de La Rioja, España, y que el uso popular, en la Argentina, transformó en “Balvanera”. En el interior de la iglesia hay dos vírgenes: la original traída por los jesuitas y otra más moderna enviada por los españoles. Pero ninguna acapara la atención que tiene la estatua de San Expedito, en el ala derecha del templo.
En 2004, el entonces párroco encontró una imagen del santo detrás del altar principal. La estatua había sido apartada junto a otras durante el Concilio Vaticano II (19621965), bajo una política de acentuación de la figura de Jesús. Como esa consigna ya había caducado, el sacerdote decidió montar un altar para responder a las demandas de los visitantes, que cada vez más se acercaban a preguntar si el santo estaba en la iglesia. Algunos especialistas adjudican las consultas a la circulación de estampitas del santo llegadas desde Brasil. Otros no desmerecen el fenómeno de la telenovela El Clon, también brasileña y contemporánea, en la que Expedito era mostrado con frecuencia. Dos meses después del hallazgo, los sacerdotes pusieron la estatua y la identidad y convocatoria de la parroquia ya no fueron las mismas.
San Expedito es el patrono de las causas justas y urgentes. Según la tradición cristiana, era un legionario romano del siglo IV al que se le apareció un cuervo y le pidió que postergara su conversión. Expedito se negó, y se convirtió en la representación religiosa del refrán “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.
“La especificidad de San Expedito es ambigua. Desde que empezamos a estudiarlo observamos dos fenómenos: el ascenso de su figura junto a la de San Cayetano, y el cambio en la demanda de los devotos, que pasó de estar concentrada en la resolución de conflictos familiares a los pedidos de trabajo y dinero”, dice Mariela Mosqueiro, investigadora del Conicet. Como docente de la carrera de Sociología de la UBA, revela todos los años el fenómeno.
Joaquín Algranti, también del Conicet, agrega: “Expedito es el punto de encuentro entre una religiosidad popular muy vital y una Iglesia con la sensibilidad de captar esa demanda. Es un espacio de culto limítrofe, como lo calificó el Papa Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires”.
“Una parroquia tradicional que le da nombre al barrio y al mismo tiempo un santuario de San Expedito. Dos circunstancias distintas y en convivencia”, evalúa el padre Walter, párroco actual de la iglesia.