El tipo de cambio presiona sobre alimentos, combustibles y autos

El valor de la divisa que subió 6,7% en el año impacta en los precios de los bienes con costos “dolarizados”.

La devaluación del peso frente al dólar -ayer tocó el récord de $ 20,20- tendrá impacto en distintos sectores de la economía. Pero hay algunos que ya tienen costos “dolarizados”, como combustibles, artículos de consumo masivo y precios de autos, donde es de esperar que vengan remarcaciones.

El dólar se encareció 6,7% de su valor frente al peso desde comienzos de año. Los combustibles ya ajustaron un 8% entre enero y febrero, pero en sus cálculos ya estaba otra futura remarcación, aún previos a estas últimas oscilaciones del peso. Se la estimaba en torno al 5%, cuando el billete estadounidense estaba merodeando los $ 19,70. Ahora, ese incremento podría llegar a ser mayor. El principal costo de las petroleras es el petróleo crudo, cuya cotización es internacional. Pero si el peso cae -o el dólar se fortalece- las empresas necesitan mayor cantidad de dinero local para poder pagar por lo mismo. Como contrapeso a ese argumento, el precio del barril crudo viene cayendo en febrero. El primer día hábil del mes estaba a US$ 65,80, mientras que ayer cerró a $ 60,42. La caída es del 8% y sería suficiente para eclipsar el efecto devaluatorio. Los productos de consumo masivo tienen distintos insumos, algunos de los cuales son importados. Eso depende mucho de la categoría. En alimentos, hay mayor cantidad de costos asociados a la dinámica de las variables locales. Pero en limpieza y tocador, por ejemplo, hay insumos de productos específicos que requieren una escala global, por lo que no se fabrican en el país.

Las góndolas locales también vienen incorporando productos extranjeros, como parte de cierta oferta “premium”, pero por ahora se trata de casos aislados.

La industria automotriz también tiene un fuerte componente de coches importados. Las terminales - con plantas en Argentina y Brasil- utilizan un sistema que les permite traer productos de afuera a cambio de lo que exporten desde aquí. La depreciación del peso provocará que los vehículos que vienen de Brasil atraviesen un precio de venta al público más elevado. ■