Tenía botón antipánico, pero no logró activarlo y su ex la asesinó en el palier
La mujer tenía 54 años. El femicida es taxista y se entregó pocas horas después. “Me mandé una macana”, expresó.
Un nuevo femicidio conmovió ayer por la tarde al barrio de Almagro. Una mujer de 54 años fue hallada con varias puñaladas en su cuerpo en el palier de un edificio ubicado en la calle Humahuaca al 3900, cerca de las 13. El asesino, identificado como Walter María Gómez (73), de profesión taxista se entregó voluntariamente pocas horas después. Hasta hacía unos meses atrás, convivía con la víctima en el mismo domicilio, pero tenía impedido el acercamiento por orden de la Justicia.
Los vecinos escucharon los gritos y se asomaron al palier, pero no lograron impedir el ataque. Aseguraron que la mujer tenía muchos cortes en el cuello y que cuando intentaron so- correrla ya no tenía vida. Una de esas vecinas fue la que llamó al 911 para dar aviso de la agresión, lo que movilizó al personal de la Comisaría 9 de la Policía de la Ciudad.
Al llegar, los oficiales se encontraron con el cuerpo de Graciela Molina Fernández tirado cerca de las escaleras, con varios cortes profundos en su cuerpo. De inmediato arribó personal del SAME que constató que la mujer había fallecido como consecuencia de los cortes, lo que había producido que se desangrara.
Luego de realizar las averiguaciones pertinentes se confirmó que se trata de una mujer de nacionalidad uruguaya. Y que fue atacada por su ex pareja, un hombre también uruguayo, de 73 años, que contaba con una restricción de acercamiento otorgada por el Juzgado Civil 86. Cerca de las 18, la unidad de tanatología retiró el cuerpo del edificio.
Una hora más tarde, el femicida se presentó en la guardia del Departamento Central de Policía Federal y lo primero que dijo fue: “Me mandé una macana”. Allí fue atendido por el personal de guardia. Los mismos médicos llamaron al 911 y casi de inmediato un móvil policial se hizo presente para llevarlo detenido. El caso está a cargo del Juzgado Criminal y Correccional N°37.
La relación de la pareja se había terminado en noviembre, tras una convivencia que ya llevaba 18 años. Vivían en el tercer piso del contrafrente del edificio donde ocurrió el femicidio. Según relataron allegados, Gómez no aceptaba la separación y mantenía bajo amenaza a su pareja. En vista de la violencia doméstica, la mujer había decidido cambiar la cerradura de la entrada principal.
Como en el último año las discusiones y los malos tratos se habían incrementado, la mujer realizó varias denuncias por amenazas. Incluso, su hija de 20 años, que no residía en el lugar, le habría recomendado mudarse. De acuerdo a los testimonios recogidos, Walter María Gómez todavía conservaba la llave de ingreso principal ya que, como seguía guardando su taxi en el garaje del edificio, se lo veía llegar al menos dos veces por día hasta la puerta.
A su vez se pudo corroborar que la víctima contaba con un botón antipánico que el lunes se le había entregado la Superintendencia de Violencia Familiar y de Género de la Policía de la Ciudad. Pero el dispositivo no fue activado ni durante el ataque ni en los días previos. Los investigadores presumen que el agresor la sorprendió saliendo del departamento y que no le dio tiempo de utilizarlo. ■