Messi y su sana costumbre: llegó a la 33ª final en 13 años y medio de carrera
En el 2-0 de Barcelona a Valencia, esta vez el rosarino tuvo un papel secundario.
Como tomar mate en la tranquilidad de la intimidad de su casa en Castelldefels, para Lionel Messi ya es una sana costumbre jugar finales. Su espíritu competitivo nunca baja la guardia. Y con el paso del tiempo, participar de partidos decisivos se hizo un hábito saludable para el mejor jugador del mundo. Ayer, su Barcelona superó 2 a 0 a Valencia y accedió a la final de la Copa del Rey por quinta vez consecutiva. Es la primera vez en la historia de esta competencia que sucede algo así. El rival será Sevilla, el 21 de abril, en estadio a confirmar. Esa será la final número 33 para Leo en su carrera. Desde que debutó el 16 de octubre de 2004 con la camiseta azulgrana, el genio rosarino disputa en promedio un cruce a todo o nada cada cinco meses.
De las 32 que lleva afrontadas hasta el momento, terminó victorioso en 23. Con la camiseta de la Selección, Messi jugó seis finales: Mundial Sub 20 de Holanda 2005, Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Mundial de Brasil 2014 y tres Copas América (2007, 2015 y Centenario 2016). De esas, solamente pudo ganar la juvenil y la medalla de oro olímpica en China. Tiene en el haber los puntos negros de las finales con la Mayor, una espina que intentará sacarse en el Mundial de Rusia de este año.
La gloria la alcanzó -y continúavestido con los colores del Barça. Allí triunfó en 21 de las 26 que protagonizó. Un saldo altamente positivo. Además, en la gran mayoría tuvo actuaciones destacadas, con goles o asistencias. Claro que en esta lista no se cuentan los títulos conseguidos en la liga española, que fueron ocho.
Este año irá por más. Además de la de la Copa del Rey, tiene abiertos los caminos para llegar a participar en otras tres finales. Con Barcelona sigue en la Liga de Campeones: el martes 20 será el duelo de ida ante Chelsea por los octavos de final. Si llegara a levantar ese trofeo, en diciembre tendrá la chance de acceder a otra más por el Mundial de Clubes. La otra podría ser en Rusia, con el traje albiceleste, su máximo anhelo.
Anoche, en Mestalla, Lionel tuvo
un papel secundario. Si bien jugó los 90 minutos y gran parte del fútbol de Barcelona pasó por sus pies, no fue
incisivo como de costumbre. Contó con un par de tiros libres, aunque le faltó precisión. No le quedó una pelota clara para definir. Claro que siempre se las rebusca y pudo haber convertido con un remate cruzado que se fue a medio metro del palo derecho del arquero local.
Barcelona manejó los tiempos del encuentro jugando con el 1 a 0 que había alcanzado en la ida en el Camp Nou. Con Ezequiel Garay (salió lesionado en el segundo tiempo) y Luciano Vietto entre sus titulares, Valencia intentó sorprender de contraataque. Tuvo situaciones, pero entre la poca efectividad de sus atacantes y las manos del holandés Cillessen, se frustraron todas sus alternativas.
Intratable estuvo Luis Suárez. No marcó, pero fue determinante con un par de acciones en las que se disfrazó de asistidor: primero para Coutinho, quien debutó en la red, y luego para Rakitic, que selló el 2 a 0 y el pasaje a una nueva final para Messi y los suyos.
¿Dónde se jugará ante Sevilla? Todo un tema. Algunos hablan del Santiago Bernabéu, aunque desde Real Madrid harán todo lo posible para que eso no suceda. Todo indica que sería en el Wanda Metropolitano, la nueva cancha del Atlético. ■