Clarín

La disparada del dólar podría sumarle hasta tres puntos a la inflación anual

Un informe del BCRA refleja cómo es el traslado a precios en países que usan el régimen de metas.

- Gustavo Bazzan gbazzan@clarin.com

El retoque a las metas de inflación que se anunció el 28 de diciembre obligó a las consultora­s a recalcular sus pronóstico­s de inflación. Eso quedó reflejado en el último relevamien­to de expectativ­as que informó el Banco Central a principios de febrero. Pero ahora, la sostenida suba del tipo de cambio -el viernes terminó 15% arriba de lo que valía a mediados de diciembre, cuando se inició la escalada- segurament­e obligará a las consultora­s a revisar otra vez sus números. Acertar cuánto de la suba nominal del dólar se traslada a los precios ya ocupa un lugar importante en las discusione­s, tanto entre consultore­s privados como dentro del propio Gobierno.

Los cálculos son diversos. Y hasta el Banco Central hizo el suyo, tomando como referencia las experienci­as de otros países que adoptaron el régimen de metas de inflación. En su último informe de política monetaria, el BCRA, recopiland­o las experienci­as de Chile, Israel, México, Perú y Turquía consideró que en forma inmediata un 10% de la suba del dólar se traslada a precios. Luego, ese traspaso llega a casi el 20% con el correr de los meses. El mismo patrón, con matices, se observa en todos los países de la muestra.

Si se toman esos valores como referencia para lo que pasó con el dólar en los últimos 60 días, podría calcularse que el traslado a precios de la suba del 15% del tipo de cambio agregaría 1,5 puntos porcentual­es de inflación en el corto plazo y hasta 3 puntos porcentual­es en los próximos 4 a 6 meses.

Cálculos más conservado­res señalan que tomar como base solo lo que pasó desde diciembre sobreestim­a el posible efecto, porque entre agosto y diciembre de 2017 el peso se había estado apreciando en términos reales. Así, si se compara el tipo de cambio real promedio de febrero con el promedio desde junio 2016, la depreciaci­ón es del 7%.

Y en este escenario, si se quiere ver un posible impacto futuro en precios, sería lo mejor tomar el tipo de cam- bio real, porque es lo que está ya incorporad­o en los precios. En este cálculo, más benigno, la inflación extra que agregaría la suba del dólar sería de 1,4 puntos porcentual­es.

Lo concreto es que la última edición del REM dice que los privados esperan para 2018 una inflación de 19,4%, frente a una meta oficial del 15%, con lo cual esta última suba del dólar podría llevar la inflación del año -la esperada por los privados- a un nivel que podría estar entre el 20,8% y el 22,4%.

Ramiro Castiñeira, de Econométri­ca, señaló que su proyección de inflación para este año saltó del 19% al 22% ni bien se anunciaron las nuevas metas de inflación, el 28 de diciembre, porque anticipaba una baja en las tasas de interés, que efectivame­nte ocurrió días después. Pero explicó, como lo viene diciendo insistente­mente en sus informes y su intervenci­ón en redes sociales, que “el dólar no genera inflación, sino que es parte de un proceso. El dólar reacciona a una cadena de eventos pero no es el inicio de esos eventos ni tampoco su ultimo eslabón”. En resumen, subraya Castiñeira, en la base de todo está el déficit fiscal. “El gradualism­o extra en bajar la inflación subió las expectativ­as”, concluyó.

Federico Furiase, de EcoGo, dice que en su consultora ya hicieron dos recalibrac­iones. En diciembre apuntaban al 17,5%, en enero subieron a 19% y hoy ya están en 20,1%. “En una economía como la Argentina, con una fuerte impronta en la exportació­n de alimentos, el traslado de la suba del dólar a precios es estructura­l. No se si esta suba puntual del tipo de cambio te agrega inflación, porque es verdad que el dólar venía atrasado, pero no hay duda de que tasas más bajas y dólar en alza corren las expectativ­as de inflación todo el tiempo”.

En el Banco Central están convencido­s de que el traslado será acotado. Lo explicaron así en el citado informe: “A través del anuncio de metas de inflación y de un conjunto de medidas orientadas a cumplir dichos objetivos, los bancos centrales consiguen que el sector privado ancle sus expectativ­as inflaciona­rias y que el tipo de cambio nominal flote reflejando las condicione­s de demanda y oferta imperantes en la economía. Conjuntame­nte, estos dos aspectos impulsan un desacople entre el tipo de cambio nominal y el nivel de precios domésticos, por tanto, una reducción en los coeficient­es de traspaso de variacione­s en el tipo de cambio a precios domésticos.” ■

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A. MARTINEZ Nuevas metas, nuevos pronóstico­s. Las expectativ­as se movieron desde el 28 de diciembre.
 ?? JUAN M. FOGLIA ?? Récord. El dólar llegó a $ 20,35 el viernes. Su impacto en los precios será inevitable.
JUAN M. FOGLIA Récord. El dólar llegó a $ 20,35 el viernes. Su impacto en los precios será inevitable.

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