Kim Jong-un invita al presidente de Corea del Sur a reunirse en Pyongyang
La hermana del líder norcoreano le transmitió el mensaje a Moon Jae-in durante un encuentro en Seúl.
En un nuevo paso en el acercamiento entre las dos Coreas, el líder norcoreano, Kim Jong-un, invitó ayer al presidente de su vecino del sur, Moon Jae-in, a celebrar una reunión en Pyongyang “lo más pronto posible”. Sería la primera cumbre entre ambos países en más de una década, mientras Washington lanza advertencias sobre “la operación de seducción” olímpica del régimen norcoreano, en el marco de los Juegos de Invierno.
Fue Kim Yo-jong, la influyente hermana del líder norcoreano, quien le transmitió el mensaje a Moon durante el encuentro que el presidente mantuvo en Seúl con la delegación del régimen norcoreano que llegó en un histórico viaje al Sur para la apertura los Juegos que se celebran en Pyeongchang. En una reunión que la oficina de prensa de la Presidencia de Corea del Sur calificó de “muy cordial”, Kim Yo-jong trasladó verbalmente la invitación a visitar el país comunista. La cita podría tener lugar “lo más pronto posible”.
La hermana del líder norcoreano, que es directora de propaganda, ade- más de miembro del politburó del partido único de su país, entregó a Moon una carta de su hermano en la que le expresa su “deseo de mejorar las relaciones” entre los dos países.
El presidente surcoreano, que le exige a Kim una renuncia absoluta a su controvertido programa nuclear, reaccionó con reservas. Cordialmente, respondió: “Permítannos crear las condiciones necesarias para ello”.
Si llegara a producirse, sería la tercera cumbre entre los líderes de ambas Coreas después de las reuniones que el padre del actual dirigente norcoreano, Kim Jong-il, mantuvo en Pyongyang con los presidentes surcoreanos Kim Dae-jung y Roh MooHyun en 2000 y 2007.
Durante el encuentro de ayer en Seúl, y el almuerzo en el que también participó el presidente honorífico norcoreano, Kim Yong-nam, Moon llamó a su vez a Pyongyang a tratar de retomar el diálogo con Estados Unidos para desactivar las tensiones marcadas por las continuas pruebas de armas del régimen y sus cruces de amenazas con Donald Trump.
“Un pronto reinicio del diálogo entre Estados Unidos y el Norte es también algo necesario para un mayor desarrollo de las relaciones entre Corea del Sur y Corea del Norte”, señaló Moon, según uno de sus voceros.
La histórica presencia de la delegación y de Kim Yo- jong - el primer miembro de la dinastía Kim en viajar al país vecino desde la Guerra de Corea (1950-1953)- responde a los acuerdos alcanzados en enero para que el Norte participara en los Juegos de Pyeongchang. Tras meses de silencio, Norcorea aceptó finalmente enviar al Sur atletas, artistas, animadoras y una delegación de alto nivel.
El gobierno de Moon Jae-in está convencido de que este nuevo acercamiento intercoreano puede ayudar a mejorar el panorama regional y a que Pyongyang y Washington se sienten a hablar.
Pero un eventual encuentro entre los líderes de las dos Coreas podría generar discordia entre Moon, partidario desde hace tiempo del diálogo con el Norte, y Trump, que hasta hace pocas semanas intercambiaba insultos personales y amenazas apocalípticas con Kim.
Washington exige que Pyongyang demuestre, antes de cualquier negociación, que está dispuesto a renunciar a su programa atómico militar, cuando el propio Kim se vanagloriaba hace poco de que su país se había convertido en “un Estado nuclear de pleno derecho”. En los últimos dos años Pyongyang efectuó tres ensayos nucleares, el último y más potente en septiembre pasado. También llevó a cabo decenas de pruebas de misiles, entre amenazas de que tiene la capacidad de lanzar una bomba atómica que llegue hasta el territorio continental estadounidense.
Algunos analistas han sugerido que Corea del Norte -que exhibió sus misiles balísticos intercontinentales este jueves, en un desfile militar- busca con su participación en los “Juegos de la Paz” obtener un relajamiento de las sanciones contra el régimen y hundir además una cuña en la relación entre Seúl y Washington. ■