Un joven deportista que soñaba con seguir el ejemplo de su papá policía
El sueño de Emanuel Garay (18) era ser policía como su papá, Roque. Admiraba su honestidad, repetía siempre. De chico había quedado impresionado por la cantidad de personas que le preguntaban si su papá era el famoso policía que había estado 25 años en la misma comisaría, por su buen desempeño. Y eso lo marcó para siempre.
Emanuel terminó el secundario en la Escuela Provincial N° 1 de La Rioja y se inscribió en la escuela de cadetes de la Policía. Sabía que la exigencia era máxima y que la mayoría de los que empezaba el curso no lo terminaba, solo por el entrenamiento. Por eso, comenzó a prepararse tres meses antes haciendo crossfit.
“Si te llegas a sentir mal, te tirás al suelo y decís que estás acalambrado”, le recomendó su papá. Emanuel estuvo media hora en el piso, pero nadie lo ayudó. “Es un entrenamiento muy duro, antes daban agua”, relató ayer Roque a TN. “Deposité la vida de mi hijo en mis compañeros de trabajo y nunca pensé que me lo matarían”.
Emanuel era el más chico de cuatro hermanos. Adrián (26) era el que le seguía y por eso era el más cercano a él. “Era un pibe muy sencillo. Le encantaban las bromas, reírse y hacer reír a sus amigos”, contó a Clarín. El año pasado, los hermanos habían recibido la peor noticia de sus vidas: su mamá, Ilda, enfermó de cáncer y falleció al mes.
Los cuatro hermanos y Roque lograron salir adelante. En ese nuevo orden, Ema comenzó a cocinar para su familia y así halló un pasatiempo. Buscaba videos con recetas en YouTube para hacer platos elaborados.
En sus ratos libres, a Ema le gustaba estar junto a sus amigos y jugar al fútbol. Esa era otra de sus grandes pasiones. Fanático de Boca hasta la médula, no se perdía un solo partido.
“Soy docente, trabajo con pibes y adultos y no conocí a alguien así. No lo digo porque soy su hermano. Él era una gran persona. No discutía con nadie”, recordó Adrián.
Su fallecimiento causó una gran conmoción en La Rioja. “Era muy solidario. Si veía a alguien que se caía, él lo iba a ayudar”, contó Adrián. Y agradeció a la “impresionante cantidad de personas” que se acercaron a dar sangre cuando su hermano todavía estaba internado. En las redes sociales, profesores, ex compañeros de clase, familiares y amigos lo recordaron con mucho cariño.
Ayer, sus amigos organizaron una marcha frente a la escuela de cadetes. “Justicia por Ema Garay”, fue la consigna unánime. Luego, un nutrido grupo de manifestantes se trasladó hasta la Gobernación. ■