La Corte Interamericana no piensa desplazar a Zaffaroni, pese a sus ataques a Macri
El Gobierno anticipó que presentará un pedido para que el ex juez de la Corte Suprema sea desplazado.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos no se va a pronunciar sobre las polémicas declaraciones Eu- genio Zaffaroni. El ahora juez de este cuerpo de la Organización de Estados Americanos (OEA) dijo varias veces que desea que el gobierno de Mauricio Macri termine "lo antes posible". La Corte Interamericana tampoco va a emitir públicamente una opinión sobre el pedido formal para que sea desplazado que hará el Gobierno, según anticipó el ministro de Justicia, Germán Garavano.
A lo sumo, la Corte maneja estos asuntos internamente y en la práctica, "protege" a sus miembros. Lo que podría hacer es corresponder con una respuesta directa a la administración argentina si lo considerara necesario. Así lo supo Clarín de fuentes de la propia Corte Interamericana, con sede en Costa Rica.
Hay otro dato: los jueces de ese tribunal son elegidos por los estados miembros de la OEA, en la Asamblea General que se hace una vez al año. Tienen mandato por cinco años, renovables por cinco más. Por ello, muchos interpretan que las movidas del Gobierno para desplazar a Zaffaroni son más bien intentos de presionarlo para que renuncie. Que lo echen es casi imposible o muy difícil. Y por otra parte los jueces deben eximirse de casos que atañen a sus países de origen. No obstante, en privado siempre emiten su opinión.
"¿Que se vayan antes? Sí, que se vayan en 2019, si es que llegan...", siguió ayer machacando sobre el tema Zaffaroni, que es investigado por el juez federal Ariel Lijo para determinar si cometió el delito de "apología del crimen" (ver aparte).
El ex juez K de la Corte argentina asumió en el máximo tribunal interamericano el 1° de enero de 2016. Fue una larga batalla en los meses previos a las elecciones presidenciales de 2015. Allí varias organizaciones buscaron impugnarlo, por haber ejercido como juez durante la última dictadura militar y porque varias de sus propiedades fueron alquilados como locales de prostitución.
Lo cierto es que Zaffaroni tiene amigos influyentes en la Corte regional, como Roberto Caldas, brasileño y miembro desde 2013. Cultivaron la relación en la era Lula-Dilma Rousseff. Caldas presidió el organismo hasta fines de 2017, y al igual que la CIDH
mantuvo cruces con el gobierno de Macri por la detención de Milagro Sala y la muerte de Santiago Maldonado. Allí Zaffaroni influyó junto a otras figuras kirchneristas como el periodista prokirchnerista Horacio Verbitsky. Caldas y Zaffaroni fueron los únicos que votaron recientemente contra el referéndum que convocó en Ecuador el presidente Lenin Moreno. Por otra parte, Zaffaroni es en la Corte Interamericana una suerte de "celebridad", por sus antecedentes como jurista, según le dijeron a Clarín.
Preside la Corte hoy Euardo Ferrer Mac-Gregor Poisot y la completan Humberto Antonio Sierra Porto (Colombia); Eduardo Vio Grossi (Chile), Elizabeth Odio Benito (única mujer, de Costa Rica), Patricio Pazmiño Freire (Ecuador), más Zaffaroni.
En ese organismo no se recuerda alguna renuncia. Tampoco en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington. Hubo en este caso una crítica pública al comisionado venezolano Freddy Gutiérrez Trejo, en 2005. El secretario ejecutivo de la CIDH era el argentino Santiago Canton. ■