Un escenario caótico en el que llegó a haber hasta una denuncia de abuso sexual
La metodología de tomar los colegios secundarios públicos de la Ciudad tiene larga data; durante los últimos años varios fueron los motivos que llevaron a los adolescentes a impedir el normal desarrollo del ciclo lectivo, pero sobre todo, la reforma estudiantil. El peor año fue 2017, donde hubo 29 colegios tomadas y hasta llegó a haber una denuncia de abuso sexual durante una toma.
Hace 6 años, estudiantes de 5 colegios porteños tomaron las instalaciones en reclamo de una fotocopiadora “institucional”, un bar que no fuese manejado por privados y mejoras edilicias. Mantuvieron la medida durante varios días y la levantaron antes de las vacaciones de invierno, aunque bajo amenaza de retomarla si no les daban lo solicitado. Ya en 2014, durante el fin de semana largo de octubre, tres colegios secundarios comenzaron las tomas tras una reunión en el Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, donde los estudiantes reclamaron y pidieron suspender la aplicación de la “Nueva Escuela Secundaria de Calidad” y exigieron mejoras edilicias. Los colegios fueron el Lenguitas de Palermo, el Mariano Moreno y el Normal 8 de once. Un año después, fueron más de 13 los establecimientos tomados en rechazo a la aplicación de la Nueva Secundaria, exigiendo participar de la reforma del sistema de educación media que quería impulsar el gobierno porteño y también, mejoras edilicias.
En 2017, las tomas de colegios secundarios porteños duraron casi 5 semanas. En plena “Primavera estudiantil” -y último tramo de la campaña electoral a las legislativas-, hubo 29 establecimientos tomados en la Ciudad en rechazo a la reforma educativa, que incluye agrupar materias por áreas temáticas e implementar a partir de 2018 prácticas educativas en 5° año, en empresas privadas, organismos estatales y ONG. La protesta comenzó con la toma de la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, el 29 de agosto. Y las siguientes cuatro semanas se fueron sumando entre otros, el Nacional de Buenos Aires (donde una chica denunció a un alumno por abuso sexual) y el Carlos Pellegrini. Recién a fines de septiembre comenzaron a levantar las ocupaciones.