El entrenador del PSG deberá explicar por qué dejó en el banco a Di María
Los números de Ángel justificaban largamente su inclusión. Lo Celso no funcionó y Pastore tampoco ingresó.
La participación de los argentinos suele ser muy valiosa en el París Saint Germain que arrasa en Francia, ganó su grupo en la Champions League y está instalado en los octavos de final. El partido más importante de la temporada era este frente al Real Madrid, en el Santiago Bernabéu. Una cita sin lugar para tropiezos. Y a la hora de la verdad, el entrenador Unai Emery tomó decisiones a contracara de lo que se esperaba. La principal: Ángel Di María, quien venía siendo el jugador más influyente en 2018, estuvo sentado en el banco de los suplentes. Sus números acreditaban la posibilidad de ser titular: había jugado desde el arranque en cada uno de los diez partidos del PSG en el año. En ese lapso, convirtió nueve goles y ofreció cinco asistencias. Antecedentes superio- res incluso que los de los tres magníficos del ataque: Kylian Mbappé, Edinson Cavani y Neymar. El rosarino no jugó ni un minuto.
Incluso, en la antesala, Fideo había jugado otro partido: “Mi relación con el Real Madrid acabó. Mi ciclo se cerró hace tiempo. Sinceramente, no tendría ningún problema en jugar con el Barcelona”, declaró en una entrevista publicada por la revista francesa So Foot.
Javier Pastore, uno de los recambios más frecuentes del entrenador vasco, también estuvo sentado todo el encuentro en el banco.
El único argentino que tuvo participación fue Giovani Lo Celso. No hizo un buen partido. Casi todo lo contrario. Primero, por tirar un taco cerca del área, perdió la pelota y tuvo que cometer una infracción. Amarilla y tiro libre a pedir de Cristiano Ronaldo. Luego, sobre el final del primer tiempo, cometió un penal ingenuo (lo agarró y le cruzó una pierna a un Toni Kroos lanzado al área). Debía saberlo: esas infracciones -así de levesen el Bernabéu se sancionan siempre. Más tarde, ya en el complemento, erró un pase y facilitó un contraataque del Real Madrid.
El Lo Celso que pasó por la Casa Blanca poco o nada tuvo del que encantó en partidos anteriores de la Liga de Francia. Volvió a jugar como volante central - novedosa posición creada esta temporada por Emerypero no fue influyente en el juego ni en la recuperación. Le costó mucho hacer pie con el rival volcado en ataque. En el último tramo jugó unos metros más adelantado. Cuando al partido le quedaban seis minutos fue reemplazado por Julian Draxler. ■