El Jardín Andaluz, un paraíso en Belgrano
La sombra que alivia. El verde que refresca. Los perfumes y las flores, salpicadas como gotas de colores, que encandilan. Apenas uno entra al Jardín Andaluz del Museo Larreta -la ex casa del escritor Enrique Larreta (1875-1961)- cambia hasta el modo de respirar. Es que sobre Juramento 2291, a una cuadra de Cabildo, en el corazón del trajín de Belgrano, la naturaleza despabila los sentidos y se impone el relax. Con sus senderos laberínticos, sus fuentes, sus mayólicas de cuento y sus árboles centenarios, este espacio poco más de media hectárea evoca a los jardines de tradición musulmana del sur de la España medieval. Uno puede visitarlo solo y encanta. O puede recorrerlo con un guía que lo conoce como pocos: Antonio Sturla, su jardinero desde hace 28 años.
-Todos los jardines nacen con una idea –cuenta Sturla a Clarín-. En este caso, la trajo Enrique Larreta cuando viajó a La Alhambra, Granada, y la usó al reformar su casa.
-Lo primero que impresiona son los laberintos y la frondosidad.
-Los árabes concibieron los jardines como antítesis del desierto, plano e infértil. Por eso, remiten a pedacitos de selvas vírgenes, enmarcadas por cuadrículas. Dentro de ellas, las plan- tas deben crecer del modo más natural posible. Los laberintos son angostos, rectos, diseñados para una caminata solitaria o de a dos: el dueño de casa y un huésped, acompañados por la naturaleza. Si te perdés, podés buscarte y reencontrarte.
-¿Qué especies son características de este estilo de jardín?
-Las palmeras, emblemas del oasis. Los naranjos son infaltables, y los cipreses. Pero aquí también hay un ombú añoso y una glicina -cuyo origen es China- centenaria, entre otras. Ésta es una casa particular y los dueños siguieron sus gustos.
-¿Las fuentes?
-Este tipo de jardines también tienen un aspec- to religioso: invitan a orar, a meditar, a pasar momentos de sosiego. El murmullo del agua que surten las fuentes ayuda a eso. Además, la de las Ranas, por ejemplo, es octogonal, un número simbólico para los árabes.
- Y para usted, ¿qué es este Jardín?
-Un lugar mágico. No deja de sorprenderme con los cambios: la luz, la lluvia, los pájaros. Es como asistir a una obra de teatro cada día, sublime. No parece casual que para los persas jardín y paraíso se nombraran con la misma palabra. Tampoco cómo se representa -en la pintura, por ejemplo- el edén cristiano
Para visitarlo, la entrada al Larreta -que merece su recorrido y su GPS-, cuesta $30 y los jueves es gratis. Los horarios, en la web del Museo. w