Terminó el paro bancario de dos días y el gremio ya amenaza con más medidas
Según el sindicato, tuvo alto acatamiento. Para los bancos la operatoria “fue normal”, pero con “ciertas limitaciones”.
Concluyó ayer la segunda jornada del paro nacional de 48 horas convocado por la Asociación Bancaria en reclamo de una suba salarial del 19,5% más cláusula gatillo. Debido al estancamiento de las negociaciones paritarias, el jefe del gremio, Sergio Palazzo, instaló la posibilidad de futuras medidas de fuerza en caso de que la petición sindical no sea atendida.
El sector financiero mantiene su oferta inicial: un incremento del 9% más revisión de acuerdo a la evolución de la inflación.
Ayer, el epicentro de la protesta se trasladó a La Plata, ya que hasta allí fueron las autoridades nacionales del gremio: marcharon junto a los trabajadores por la calle 51 para reclamar por una suba en el sueldo superior a lo ofertado hasta ahora.
Según informó el gremio, el paro registró un alto acatamiento en las seccionales Mar del Plata, Córdoba, Santa Fe, Rosario, Tucumán y Mendoza. Para el sindicato, el acatamiento fue "del 95 %” en todo el país".
Pero en las cámaras empresarias el balance fue otro: "Se trató de un día con una operatoria normal con ciertas limitaciones". Se basaron en que dinero no faltó en los cajeros automáticos debido a que fueron llenados a tope con billetes de $1.000, $500, $200, lo que permitió mayor volumen disponible en el depósito de las máquinas.
A su vez, y a diferencia de otras épocas, el público tuvo la opción de retirar efectivo de supermercados,
farmacias, estaciones de servicio y cadenas de electrodomésticos.
No obstante, en el sector empresario sí reconocieron que "siempre se ven afectados" las personas mayores que no usan medios electrónicos para retirar dinero.
En la city porteña, una recorrida realizada por Clarín detectó miles de panfletos tirados en las calles con la proclama bancaria. A su vez, no circulaban autos: los automovilistas querían evitar a los grupos de trabajadores bancarios acompañados de murgas, banderas y pancartas en rechazo a la oferta salarial del 9%. Las imágenes de microcortes se replicaron en distintos puntos del microcentro.
Las sucursales bancarias estaban cerradas. El Banco Ciudad no estaba abierto para realizar ningún trámite. Varias personas llegaban, preguntaban y, ante la negativa de los guardias, retornaban sin respuestas.
“Nos hacen perder el tiempo”, reclamaba una cliente al no poder realizar ninguna acción dentro de esta institución bancaria.
Hoy, según consideró Palazzo, el servicio bancario se podría ver otra vez afectado debido a la marcha opositora (el dirigente sindical es uno de los promotores de la movilización). La última hora de atención en los bancos podría verse afectada.
Por ahora no hay horizontes de una nueva reunión entre las partes: el Ministerio de Trabajo no está con- vocando a las partes y la semana pasada hubo acercamientos entre el gremio y los banqueros pero nada se avanzó.
Palazzo adelantó que la organización gremial evaluará la continuidad del plan de lucha, después de la marcha de hoy convocada por Camioneros. La Bancaria es una de las pocas entidades sindicales que acompaña a Hugo Moyano en ese acto, con sectores del kirchnerismo, de partidos de izquierda y agrupaciones sociales como Barrios de Pie, CTEP y Corriente Clasista y Combativa (CCC).
El conflicto está estancado y la estrategia de la banca pública y privada es planchar la controversia por vía del desgaste. Es un objetivo concurrente con la aspiración del Gobierno. La oferta inicial del 9% se mantuvo aún cuando la previsión inflacionaria oficial posterior pasó de entre el 8% y el 12% al 15% actual.
El margen para las negociaciones asoma estrecho. Alguna declaración fuera de tono del secretario general contribuyó al mal clima. “Nosotros podemos aguantar dos o tres meses sin acuerdo salarial, pero ¿ ellos aguantan un mes o dos meses sin bancos? Se les incendia el país porque somos una actividad que lastima cuando para”, fue la advertencia que puso en guardia al Gobierno.