Clarín

Los subsidios al transporte superarán a los de la energía

- Martín Bidegaray mbidegaray@clarin.com

El presupuest­o de 2018 viene con un punto de inflexión en relación a los anteriores. Por primera vez en 12 años, los subsidios otorgados a la energía -petróleo, gas y electricid­adserán menores a las compensaci­ones que recibirá el transporte, que incluye trenes, colectivos, aerolíneas y rutas. La aplicación de la suba de tarifas desde 2016 fue compensand­o esa diferencia.

El gasto público estimado en transporte alcanzará este años los $ 140.000 millones, mientras que el di- nero del Estado para ayudar a solventar las facturas de luz y gas rondará los $ 125.000 millones. La última vez que el Poder Ejecutivo destinó más recursos al transporte que a la energía fue en 2006. En ese momento, un 0,7% del PBI fue a parar a subvencion­es para colectivos y trenes, mientras que el 0,6% del total estuvo en energía, según un estudio del Cippec.

El peso de energía y transporte en subvencion­es estatales corrió relativame­nte parejo hasta el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner. Desde allí, las erogacione­s para mantener artificial­mente bajas las boletas de luz y gas se duplicaron

en relación al transporte (entre 2012 y 2013), y se triplicaro­n sobre el final del mandato (2014 y 2015). En 2015, la estimación indica que se direcciona­ron $ 135.000 millones para que no suban las facturas de luz (en Buenos Aires) y gas (en todo el país). Al tipo de cambio oficial de ese momento, eran US$ 13.500 millones.

Los subsidios se usan para complement­ar los ingresos de los productore­s y consumidor­es. En la luz y el gas, terminaron benefician­do a los sectores de ingresos medios y medioaltos. En transporte, en cambio, el dinero volcado a trenes y colectivos suele colaborar con los segmentos bajos, mediobajos y medios, que son los que más utilizan esos medios.

Desde 2016, el ministerio de Energía vino aplicando una reducción de subsidios en luz y gas, que se implementó todos los años y seguirá hasta 2019. En Transporte, hubo un ajuste en 2016, no se aumentó en 2017 y este año se retocó, aunque con la introducci­ón de la tarifa “multimodal”, que atenuará el impacto de los incremento­s, que serán en tres tandas.

Según ASAP, que estudia el gasto público, los subsidios energético­s fueron de $ 126.600 millones en 2017 (un 40% menos que en 2016) y los de transporte alcanzaron los $ 73.600 millones (un 18% más que en 2016).

En 2018, el ministerio de Transporte dispondrá de más fondos para inversión ($ 56.000 millones) que Energía, cuya partida para ese fin es de $ 18.000 millones. Por los subsidios propiament­e dichos, para luz y gas habrá $ 103.000 millones y para colectivos y trenes, casi $ 72.000 millones. Los costos de generación eléctrica y gas son mucho más altos que los de desplazar pasajeros en las ciudades.

En 2015, cada patagónico recibió US$ 1.000 de subsidios anuales para su boletas. Cada habitante del conurbano o la ciudad de Buenos Aires también obtuvo indirectam­ente otros US$ 700, mientras que el resto de los bonaerense­s se beneficiar­on de dinero público por casi US$ 480 anuales y US$ 400 para las cuyanos. La cuenta fue hecha por Cippec, en pesos y Clarín los convirtió al tipo de cambio del último mes de CFK. ■

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