Quejas en la UIA por el crédito caro y el aumento de las tarifas

Algunos pidieron sandwichitos, otros una ensalada frugal y hasta hubo quienes se animaron a una milanesa a caballo. Semejante variación en el menú para una reunión que se extendió durante cuatro horas en la UIA, revela también las diversas situaciones que viven los industriales. Así, si para Cristiano Rattazzi, el presidente de Fiat, las ventas de su nuevo modelo “vuelan” y para David Uri- buru, de Techint, el consumo de acero que creció 18% en enero, está en uno de sus mejores momentos; la realidad que viven los industriales del calzado se encuentra en las antípodas.

Ayer, Alberto Sellaro (Calzado) contaba a sus pares que las ventas no se resintieron tanto pero que la producción se derrumbó 20% y fue sustituida por los zapatos importados. Algo similar pasa entre los textiles y mucho de eso explica la cifra que compartió el director ejecutivo de la UIA, Diego Coatz. Afirmó que entre 2015 y 2017 se destruyeron 68.000 empleos industriales. No es un dato menor, les dijo Coatz ya que se trata de uno de los trabajos mejor pago. “Además, cada empleo industrial equivale a cuatro monotributistas”, amplió.

En ese momento, intervino Rat- tazzi al señalar que en dólares la Argentina paga el doble que Brasil y, sin embargo, muchos obreros no lo sienten en sus bolsillos ya que los aportes patronales y los impuestos implican una carga del 55%. Eso sí, todos pusieron el grito en el cielo por los aumentos en las tarifas.

La sorpresa de la reunión corrió por parte de los industriales de la alimentación. En ese sector, el más competitivo, las exportaciones están estancadas desde hace seis años.

Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal, insistió ante el jefe de la UIA, Miguel Acevedo, la necesidad de reclamar financiamiento para capital de trabajo.

Señaló que se estiró la cadena de pago de los 30 a los 60 y 90 días. Y que los mecanismos de descuento de che- ques tienen tasas imposibles de pagar.

Otra preocupación que sobrevoló fue la del creciente déficit comercial. Adrián Kaufmann, de Arcor, comentó que si bien Brasil comenzó a recuperarse, lo hace a partir de la exportación con lo que el mercado seguirá siendo áspero para Argentina.

La buena noticia vino por el lado del B-20, el brazo del G-20 para el sector privado. La UIA estrenó flamantes oficinas para una agenda agitadísima con un encuentro en Salta el 6 de marzo y visitantes que en número superan a los que se inscribieron en la cumbre de Alemania.

También reciben en breve a una delegación con los 60 principales empresarios de Noruega. ■